En Estados Unidos uno de cada 88 niños está diagnosticado de trastorno del espectro autista. Siendo la cifra tan elevada, interesa conocer cuáles son los diferentes factores que pueden aumentar el riesgo de que un niño lo padezca, y la última investigación relacionada con el trastorno se ha realizado mirando el inicio de todo, el momento del nacimiento, por si hay alguna asociación entre el modo de venir al mundo y el autismo.
Investigadores del Centro Médico de la Universidad Duke, en Durham, Carolina del Norte, han llevado a cabo un estudio en el que sugieren que los partos inducidos, es decir, aquellos en los que se estimulan las contracciones uterinas antes de que la madre se haya puesto de parto de manera espontánea, y los partos en los que se medica para aumentar la fuerza, la duración y la frecuencia de las contracciones hacen que el riesgo del bebé que nace de ser diagnosticado de autismo en la infancia sea mayor.
Cómo se hizo el estudio
Para llevar a cabo la investigación analizaron 625.042 casos de bebés nacidos vivos, entre los que había 5.500 niños diagnosticados de trastorno del espectro autista. Con todos los registros trataron de observar si había alguna relación entre los partos inducidos y los partos aumentados (la madre ya se ha puesto de parto, pero se estimulan las contracciones para que sean más intensas, frecuentes y duraderas) y el autismo.
Vieron que cuando se comparaban unos niños con otros, los nacidos mediante partos medicados para conseguir los fines descritos con los nacidos de manera natural, sin ningún tipo de medicación para acelerar el parto, los primeros tenían un mayor riesgo de padecer autismo, incluso cuando se aislaban los factores de confusión relacionados con la situación socioeconómica, la salud materna, problemas durante el embarazo o sucesos durante el parto, así como el año de nacimiento. Se vio, además, que el aumento de riesgo de ser diagnosticado de autismo era mayor en los niños que en las niñas.
Falta más investigación
Los resultados son interesantes y podrían demostrar una vez más que el mejor modo de nacer es el que la naturaleza tiene previsto para el bebé y la madre, y que el uso de medicación para acelerar las cosas puede llegar ser perjudicial. Digo podrían porque no son concluyentes, al ser necesarios nuevos estudios que ayuden a explicar la asociación, si es que en realidad existe, pues la razón del aumento de riesgo de autismo podría ser la misma que hace que los profesionales decidan inducir o acelerar un parto, y no la misma medicación, como podría ser también el tipo de tratamiento utilizado o la dosis.
Ya hace dos años os hablamos de la posible asociación entre la oxitocina sintética (utilizada para inducir y aumentar los partos) y el autismo, con un estudio que hablaba de ello. El estudio actual, sin embargo, sigue sin ser suficiente para confirmar dicha asociación.
En cualquier caso, como digo, parece que lo más prudente y beneficioso podría ser lo que hace tiempo que se viene recomendando: hacer poco o nada, dejar que el parto avance, observar sin interferir y actuar sólo en caso de que sea necesario.
Vía | Europa Press Foto | a4gpa en Flickr En Bebés y más | "La epidemia de oxitocina podría estar relacionada con la epidemia de autismo". Entrevista al doctor Emilio Santos (I), Se confirma que las vacunas no están relacionadas con el autismo, Signos de posible autismo en niños preescolares