Habréis oído hablar que "la piel tiene memoria". Y es muy cierto. La forma en que cuidemos a nuestro hijos en los primeros años de exposición solar determinará la salud de su piel cuando sean adultos. Protegerles del sol en la infancia reduce el riesgo de cáncer de piel en el futuro.
Aplicar protección solar es un cuidado que no debemos pasar por alto, especialmente en verano, cuando pasan muchas horas bajo los rayos del sol.
Se cree que el uso regular de fotoprotectores antes de los 18 años de edad puede reducir la incidencia del cáncer de piel hasta en un 78 por ciento.
Un melanoma es una enfermedad por la que se forman células malignas en las células de la piel llamadas melanocitos. Si bien el melanoma es poco común, es el cáncer de piel más frecuente en los niños.
Nuestra piel tiene una protección natural frente a los rayos UVA y UVB que evita quemaduras. Según sea el tipo de piel, el tiempo de protección varía en cada persona, aunque en general, es de aproximadamente 15 minutos. Pasado ese tiempo, la piel se empieza a enrojecer.
Cómo deben ser los protectores solares para niños
Para ayudar a esa protección natural, existen las cremas solar con fotoprotección, de la cual se debe aplicar una buena cantidad, media hora antes de la exposición al sol y renovar cada dos horas o después del baño. A la hora de elegir la mejor crema solar, deben tener las siguientes características:
- Protección SPF 50+
- Protección contra rayos UVA (asociados al daño de la piel a largo plazo) y UVB (los que producen quemaduras)
- Con filtros físicos o minerales: las de filtros químicos (oxibenzona, octocrileno, avobenzona, octisalato), no son recomendables para bebés y niños menores de tres años. Indicamos en la descripción las cremas que contienen filtros físicos, que aunque por lo general dejan rastro blanco, cada vez se formulan de forma que la película sea menos visible.
- Resistentes al agua: de todas formas, repetir la aplicación cada dos horas.
- Hipoalergénicas: no contienen PABA (ácido paraaminobenzoico), una sustancia que puede provocar reacciones alérgicas de la piel.
- Para pieles sensibles: indicadas para la delicada piel de bebés y niños.
Además de la crema, debemos protegerlos con gorras, sombreros, gafas y ropa, así como evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, entre las 12 y las 16 horas.
El sol es salud, tampoco tenemos que verlo como un enemigo, pero sí exponerse con responsabilidad. Cómo les protejamos hoy del sol reducirá el riesgo de que padezcan enfermedades de piel en el futuro.
En Bebés y más | Cómo proteger a bebés y niños de los rayos del sol, además de usar cremas solares