Si la tos es buena para expulsar los mocos, ¿por qué nos empeñamos en que desaparezca?

Si la tos es buena para expulsar los mocos, ¿por qué nos empeñamos en que desaparezca?
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Está claro que la tos puede ser muy molesta, tanto para el que la padece como para los que "la sufren" alrededor. En época de resfriados, los niños pueden despertarse varias veces por la noche debido a la tos, puede dolerles la garganta... Pero en definitiva, la tos no es mala.

Se trata de un mecanismo para expulsar los mocos de las vías respiratorias (es lo que se conoce como "tos productiva"), cuando estos se encuentran entre los bronquios y la nariz. De este modo, gracias a la tos, las vías se limpian y se facilita la entrada de oxígeno. Es buena para expulsar los mocos y que los niños respiren mejor. Entonces, ¿por qué nos empeñamos en que desaparezca la tos?

Al ser la tos un mecanismo de defensa del aparato respiratorio que se activa de manera automática, no es necesario hacerla desaparecer. De hecho, en ocasiones es bueno provocarse la tos de manera voluntaria para eliminar esas flemas que nos molestan (aunque esto lo sabemos hacer los adultos mejor que los niños).

Eliminar la tos es perjudicial

En el último número de la Revista Famiped aparece un artículo titulado "¿Por qué no hay que tratar la tos?" en el que se expone de manera muy gráfica esta cuestión: si hay moco en la nariz, nos sonamos para expulsarlos. ¿Por qué no íbamos a expulsarlos si los mocos están en otro punto de las vías respiratorias?

Si se eliminara la tos habría más retención de mocos, menos oxigenación y más obstrucción de la vía aérea. También habría más riesgo de otitis y neumonía. Por eso la Asociación Española de Pediatría en su Decálogo sobre la tos en los niños señala que la tos aguda no debe tratarse con calmantes de la tos, mucolíticos, expectorantes, antihistamínicos o descongestivos nasales.

Esto es especialmente importante en los niños menores de seis años. En los pequeños no está demostrado que estos medicamentos sean eficaces para el tratamiento de la tos y los riesgos superan a los posibles beneficios. Si se usan, siempre deben estar bajo control médico.

Lo que podemos hacer para disminuir las molestias causadas por la tos a los niños, para que no les duela la garganta, es mantenerlos bien hidratados con agua o bebidas no ácidas a una temperatura agradable, ya que la tos les irrita y reseca la garganta. También es favorable un ambiente no reseco sino húmedo (los humidificadores en el baño para que circulen los mocos y se calme la tos son muy útiles).

Recordemos que es bueno que circulen los mocos, y hay muchos trucos distintos a la medicación para eliminar la tos que facilita esa circulación para que se despejen las vías respiratorias del bebé o niño. Los tratamientos contra la tos no son eficaces, y puede entrañar riesgos.

No obstante, recuerda que existen algunos casos en los que la tos es signo de algo más que de un simple resfriado. Por eso si hay síntomas como dificultad para respirar (se marcan las costillas y se hunde el esternón, se oyen pitos, respiración muy rápida, agitada...), fiebre que dura más de tres días, dolor o supuración de oídos o la tos dura más de 10-15 días hay que acudir al médico.

Pero en los casos más habituales en definitiva lo que hay que tener es mucha paciencia con la tos, los catarros no se curan con medicinas pero por fortuna se curan. La evolución espontánea en seis o siete días es favorable y nos despediremos de los mocos y de la tos... hasta la próxima.

Más información | Famiped En Bebés y más | El niño tiene tos, ¿cuándo ir al pediatra?, Los mocos son nuestros amigos (aunque a veces cansan)‏

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