El retinoblastoma es un cáncer que se desarrolla en la primera infancia, antes de los cinco años. Se trata de un tumor canceroso en la retina, una capa de tejido nervioso de la parte posterior del ojo que detecta la luz y envía imágenes al cerebro.
Para detectarlo, se utiliza una luz muy potente que al incidir en la pupila (el circulito negro del ojo) hace que esta se vea de color blanco. Para una mejor detección de esta enfermedad, la asociación británica Childhood Eye Cancer Trust (CHECT) puso en marcha una campaña con posters en toda la ciudad que propone hacer una comprobación muy sencilla con una herramienta que todos tenemos en casa: el flash de la cámara de fotos. Curioso, ¿verdad?
En los pósters que se han distribuido por toda la ciudad (paradas de autobuses, clínicas, centros de salud, etc) se muestra el ojo de un niño. Si le haces una foto con flash al póster aparece cómo se vería si tuviese un retinoblastoma. Así se pretende que la prevención se realice desde casa de una manera sencilla y al alcance de todos.
Si al hacerle una foto con flash a tu hijo detectas que sus pupilas aparecen blancuzcas, es un signo de alerta para acudir al oftalmólogo. No se trata de ir flasheando a los hijos a diestra y siniestra, aunque ya solemos hacerlo sin fines médicos, ni confundirlo con el típico "ojo rojo", pero sí que es forma sencilla de detectar cualquier anomalía.
Vía | Xataka Foto
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