Ayer hablábamos del caso de un niño de origen cubano residente en una localidad valenciana, que con tres añitos y medio de edad y con problemas de comunicación por sufrir una variante de autismo, tenía que acudir a una escuela en la que el idioma en el que se imparten las clases es el valenciano, lo que claramente perjudicaría su desarrollo y su adecuado aprendizaje.
Según las estadísticas, unos cuatro de cada mil niños padecen autismo, así que el caso del que hablamos seguro que no es poco común, además de que también hay casos de autismo que tardan mucho en ser detectados, por lo que la educación que estos niños necesitan y la adecuada actuación que mejore su desarrollo, no se realiza. Pues precisamente ayer se presentó en rueda de prensa la creación del primer centro público de atención y tratamiento de niños con autismo, se ubicará en Toledo y contará con unas 50-60 plazas. Será de referencia nacional, por lo que también se investigará y se trabajará con las familias para conocer la evolución de la enfermedad.
Este nuevo centro se encuentra dentro del protocolo de actuaciones que la consejería de Bienestar Social de Toledo ha firmado con el Ayuntamiento, donde además se anuncia un aumento de unas 500 plazas de guardería para niños de 0 a 3 años, colaborando además en la conciliación laboral y familiar.