Miles de niños esperan por las noches, cuando han perdido un diente, la visita del Ratoncito Pérez, que se lleva el diente caído a cambio de una moneda o presente. Es un ratón que no da miedo a nadie, ni siquiera a los niños, que creen en él, y que tiene mucho en común con el ratón que visitó hace unos días a Lolly, una niña de 16 meses, a la que llegó a morder.
La niña dormía plácidamente con su hermano gemelo cuando de repente empezó a llorar. La madre la oyó por el monitor y fue a atenderla para evitar que despertara a su hermano. Viendo que no se calmaba la destapó y se dio cuenta de que tenía la mano llena de sangre.
Se sorprendió por no ser capaz de encontrar explicación a semejante sangrado, así que decidió contactar por teléfono con una enfermera en busca de ayuda. En ese preciso momento, mientras hablaba con ella, vio de repente al ratón correteando por el suelo de la habitación. Gritó a su marido que, al abrir la puerta de la habitación, permitió que el culpable saliera de la habitación de los niños.
La madre se quedó petrificada al observar entonces que el ratón había mordisqueado también los pantalones de la niña que, pobrecita, ni había perdido ningún diente, ni recibió ningún premio de la visita del ratón, sino más bien un castigo en forma de mordisco.
El padre grabó al ratón con el móvil dando vueltas por su casa y luego, ya fuera, en el jardín. Los expertos, que han desinfectado la casa y han puesto trampas para evitar un nuevo ataque, no se explican cómo pudo entrar en casa ni cómo llegó a la habitación de los niños.
Espero que la niña, el día que realmente pierda un diente, no tenga miedo a dejarlo debajo de la almohada. Supongo que todo dependerá de cuánto recuerden el episodio sus padres, porque con 16 meses es posible que a los cinco o seis años, cuando cae el primer diente, ya no lo recuerde.
Vía | The Sun
Foto | Telecinco
En Bebés y más | El primer diente de leche se mueve y aquí no vendrá el Ratoncito Pérez, Vídeo: el Ratoncito Pérez a ritmo de rumba, Mordiscos y arañazos de mascotas