Desde la Federación Dental Española estiman que tres de cada diez niños menores de seis años tienen caries, siendo esta enfermedad bucodental una de las más comunes durante la infancia. Además, los expertos alertan de una mayor incidencia de problemas en la boca durante el verano, como consecuencia de una ingesta aumentada de productos azucarados y bebidas carbonatadas.
Aunque el verano es para disfrutarlo, no debemos descuidar los hábitos saludables de nuestros hijos, y es importante seguir inculcándoles rutinas diarias de higiene bucodental. Te damos las claves para prevenir el riesgo de caries sin renunciar a los placeres del verano.
Lleva contigo un cepillo de dientes de viaje
Durante las vacaciones de verano aumenta la frecuencia de comidas fuera de casa, excursiones al aire libre, y compra de helados y refrescos en puestos ambulantes para combatir la sed y el calor. Los expertos aseguran que este cambio de hábitos hace aumentar el riesgo de caries, especialmente entre los niños.
Para prevenirlo, es aconsejable que los padres acostumbremos a nuestros hijos a lavarse los dientes después de cada comida, y comer fuera de casa no debería ser excusa para no hacerlo. Por ello, se recomienda guardar siempre en el bolso o en la mochila un cepillo de dientes, y de esta forma ayudaremos a minimizar riesgos.
No basta con cepillarse los dientes... hay que hacerlo correctamente
Pero el hecho de que los niños se cepillen los dientes a diario no es suficiente para prevenir el riesgo de caries y placa bacteriana. Debemos asegurarnos de que lo hacen correctamente y el número mínimo de veces recomendado (dos, aunque preferiblemente deberían ser tres).
Mientras sean pequeños los padres les ayudaremos en su limpieza diaria, utilizando un cepillo de cerdas suaves adecuado a su edad. A medida que vayan creciendo podrán comenzar a cepillarse los dientes solos, pero siempre bajo supervisión, con el fin de asegurar que no han quedado restos de comida en la boca que propicie la aparición de caries y daño gingival.
Utiliza una pasta dentífrica específica para la sensibilidad dental
La sensibilidad dental no es una molestia que solo padecen los adultos, sino que también los niños pueden verse afectados en un momento determinado. Los alimentos azucarados, fríos y las bebidas carbonatadas provocan desgaste en el esmalte y, por ende, dolor cuando se ingieren algunos alimentos.
Para combatirla, los expertos aconsejan utilizar una pasta dentífrica específica para la sensibilidad dental, así como reducir los alimentos más perjudiciales e intentar que los niños beban más agua y se hidraten con frutas y verduras.
Y recuerda la importancia del flúor
Las pastas de dientes infantiles tienen que llevar la cantidad de flúor correspondiente a la edad del niño, pues se ha demostrado que el flúor es altamente eficaz para la prevención de caries.
Según la web En Familia, de la AEP, la cantidad de flúor que debe contener la pasta dentífrica para niños de entre seis meses y tres años es de 1000 ppm, y aplicaremos la cantidad equivalente a un grano de arroz. Entre los tres y los seis años utilizaremos pasta dental que contenga entre 1000 y 1450 ppm de flúor, y a partir de los seis años la concentración de flúor debe ser de 1450 ppm.
Pero no todo son caries: ¡precaución con los traumatismos dentales!
Pero los expertos alertan de que en verano no solo aumenta el riesgo de caries en los niños, sino también los traumatismos dentales. En estas fechas, los niños pasan la mayor parte del tiempo jugando y realizando actividades físicas, por lo que es más probable que sufran algún golpe indeseado en el diente.
En caso de producirse la fractura de un diente (ya sea parcial o total), los expertos recomiendan guardar la pieza dental que ha sufrido el impacto en solución salina, leche, o en la propia saliva del niño y acudir de inmediato al dentista. La correcta conservación de la pieza rota podría ayudar a la hora de ser reimplantado con éxito.
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Vía | Clínica Curull
En Bebés y Más | Salud bucodental