No, no eres mala madre si a veces en lugar de cocinar cena, pides una pizza para tu familia
Ser Padres

No, no eres mala madre si a veces en lugar de cocinar cena, pides una pizza para tu familia

Ser madre es un trabajo que nunca termina. Incluso cuando estamos "descansando" nuestra mente sigue a mil por hora revisando la interminable lista de pendientes que tenemos por hacer, o planeando el siguiente paso o tarea que deberemos completar.

Muchas veces, son tantas las cosas que hacemos y nuestra intención por realizarlas todas, que podemos caer en el síndrome de burnout o de las madres que no pueden más. Pero debemos recordar que solo somos humanas, y que aunque está bien intentar hacer todo lo posible, no debemos ser tan duras con nosotras mismas si no lo logramos.

Es por eso que se ha hecho viral la publicación de una madre, quien nos recuerda que tener algunos atajos para esos días pesados, como comprar una pizza para la cena en lugar de cocinar, no nos convierte en malas madres.

Vivimos en una época en la que es muy común ver imágenes y publicaciones donde se habla de maternidad y del día a día de las personas que seguimos. Muchas de ellas, son representaciones idílicas y muy irreales acerca de cómo es la vida cuando se tienen niños. Raras veces vemos fotografías de cocinas sucias o el salón desordenado, pues frecuentemente lo que se comparte son los momentos "bonitos" o en los que todo luce en orden.

Y en ocasiones, para poder lograr esa fantástica cena que compartimos en Facebook o para sentir que hemos hecho un gran trabajo, vamos más allá de nuestras capacidades y deseamos lograrlo todo en tiempo récord, o por lo menos, terminarlo dentro del tiempo que nos planteamos.

A veces como mamás, desearíamos que el día tuviera más de 24 horas, para así poder alcanzar a terminar todos nuestros asuntos pendientes y además poder descansar como lo merecemos (aunque eso no signifique nada, pues incluso al acostarnos, nuestra mente continúa trabajando).

Sin embargo, en la vida real, tanto el día como nuestra energía tienen una cantidad limitada. Si bien habrá días en los que despertemos con toda la actitud de lograr todo lo que nos propongamos, habrá otros en que por una u otra razón, no podremos cumplir con todo.

Justamente de esto trata la publicación de Bunmi Laditan, madre y escritora, que compartió en su página de Facebook una pequeña reflexión con la que probablemente se identifiquen muchas madres:

Me gusta bromear acerca de los montones de ropa sucia y de la pizza a domicilio, pero la verdad es, que sí me siento culpable. Me siento culpable de no estar horneando una lasaña y de que haya dos (tres) cestos de ropa sin doblar en el suelo del salón en este momento, y me encuentro pensando: "Una mejor madre, la hubiera doblado, guardado y tendría todas las comidas de la semana planeadas".

Una mejor madre no se habría gastado $200 en el supermercado ayer, mientras viene en camino una pizza. Una mejor madre habría lavado las sábanas de los niños y habría quitado la correspondencia, juguetes y demás objetos de la mesa de la cocina. No tendría tantos juguetes en el cuarto familiar, ni tampoco esa marca de un vaso con leche en la mesa.

Una mejor madre hubiera...

Estaba tomándome un minuto para respirar cerca del sofá, sobre una manta, cuando le pregunté a mis dos hijos más grandes: "¿Son felices? ¿Se sienten bien?"

El mayor me respondió: "Sí, ¿por qué no habríamos de estarlo?"

¿Será posible que todas esas cosas por las que tanto me culpabilizo, por todas esas cosas que tanto me hacen odiarme, no sean tan importantes como creo?

Hice de comer el lunes y el martes comimos lo que sobró. Terminaré de doblar la ropa limpia este fin de semana (espero). Ser ama de casa es difícil para mí. Pero doy muy buenos abrazos. Escucho a mis hijos. Les doy un masaje en sus espaldas antes de dormir cuando siento que tienen problemas para tranquilizarse. Nos reímos. Ellos se sienten a salvo y les gusta llegar a casa.

Si mi maternidad fuera un pastel, no sería uno elegante, pero sabría bien. Necesito que eso sea suficiente, dejaré que eso sea suficiente.

La publicación de Bunmi ha provocado miles de reacciones y cientos de madres han compartido en los comentarios sentimientos parecidos a los que ella expresó. Esa sensación de que estamos fallando o que no estamos haciendo las cosas bien, suele ser algo muy común entre las madres.

Pero no pasa nada si un día no logramos todo lo que nos proponemos. No pasa nada si un día en lugar de ordenar toda la casa, dejamos para mañana esa zona de desastre para la cual ya no nos queda energía. No pasa nada si en lugar de una cena saludable, terminamos ordenando una pizza.

Porque la mayoría de las veces, esas cosas que dejamos de hacer, se traducen en pasar más tiempo jugando con nuestros hijos o atendiendo sus necesidades. Y eso, sin duda es más importante que cocinar una cena completa o tener la casa impecable como palacio.

Es verdad, esto tampoco quiere decir que debemos caer en ordenar pizzas todas las noches ni hacerlo costumbre, pero sí debemos relajarnos un poquito y no ser tan duras con nosotras mismas cuando no alcancemos a llegar a todo siempre.

Hagamos siempre lo mejor por nuestros hijos, velando ante todo por su salud y bienestar. Pero recordándonos que somos humanas y que solo tenemos cierta capacidad para hacer las cosas. A fin de cuentas, lo que nuestros hijos recordarán no será esa casa limpia, sino los bonitos momentos que pasen a nuestro lado.

Así que no te sientas mal si hoy no te dio el tiempo para más y terminaste pidiendo comida a domicilio. Disfruta esa pizza, disfruta con tus hijos esos minutos que te ahorraste cocinando. Eres una buena mamá.

Foto | Pixabay
Vía | Motherly
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