A medida que los niños crecen van buscando lugares donde puedan tener su propio espacio y disfrutar de su mundo. Así, comienzan a ejercer su derecho a la intimidad.
Es a partir de los tres años más o menos cuando verás que tu hijo busca sus propios refugios. Al principio improvisará una casita con unas sábanas, una caja o debajo de la mesa y poco a poco se hará más exigente en el diseño y la construcción de su propia casa de juegos.
Suelen convertirlo en “su lugar” donde a menudo hacen lo mismo que hacen fuera como leer un libro o jugar con sus juguetes preferidos, pero de puertas adentro, las reglas las ponen ellos. Y todo el que entre a su refugio debe acatar sus normas internas. Podemos facilitarles materiales para que construyan o elementos para decorar su casa como latas, cajas. Cualquier objeto y lugar es válido para construir su propio refugio, un árbol, un rincón de la habitación, el jardín…
Eso sí, si tenemos el honor de ser invitados a su casa, debemos respetar sus propias reglas, jugar como ellos quieran y a lo que ellos quieran. Además, les encantará oficiar de anfitriones donde ellos son los amos.
Si no tienes mucho espacio en casa, aquí hay una propuesta para construir en una tarde una casa con cajas de cartón.
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