Una de las preocupaciones ya muy mencionadas pero que continúan presentes en nuestro país es el sobrepeso y la obesidad, varias son las iniciativas para luchar contra estos problemas que especialmente están afectando a la población infantil.
Poco se puede hacer por cierto, si la política televisiva sobre determinados anuncios no cambia, hasta un 56% de la publicidad que se emite a través de este medio durante la franja horaria de la escasa programación infantil alude a refrescos, dulces y aperitivos, nunca mejor dicho, “se los meten por los ojos”.
La Organización de Consumidores y Usuarios denuncia la relación existente entre estos alimentos y los problemas de sobrepeso y obesidad, la verdad es que es bastante incomprensible que quienes se encargan de regularizar la publicidad televisiva no hayan tomado cartas en el asunto. La alimentación es un tema serio y en algunas ocasiones, no es fácil hacérselo entender a los niños, pues más difícil resultará si encontramos en la televisión tan poco apoyo.
Una buena línea de actuación sería el promover, al menos durante la franja horaria infantil, los alimentos y hábitos saludables, en lugar de los dulces, aperitivos o refrescos, pero curiosamente junto a las campañas de hábitos saludables, estos anuncios han aumentado.
La publicidad influye en nuestros hijos, esto es evidente, y por ello, todo lo que pueda directa o indirectamente ser un riesgo para los niños debe ser seriamente supervisado.
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