La moda infantil adquiere cada vez mayor relevancia, las marcas se abren paso y se instauran en nuestros hijos, es curioso, incluso siendo muy pequeños ya denotan preferencias por determinadas firmas. No saben por qué es mejor una marca que otra, no conocen la composición de los tejidos, no relacionan el aspecto económico, pero sí saben que lo que quieren son determinados productos de una de las cientos de marcas conocidas por las cuales los padres debemos pagar precios mucho más elevados.
Las campañas de publicidad, el entorno... todo influye para que un niño quiera vestirse exclusivamente de marca, pero la mayor influencia la ejercitan los padres. Las marcas se asocian a un mayor poder adquisitivo, a una mejor economía familiar, a mayor calidad, a cientos de motivos ficticios que la sociedad de consumo se ha encargado de instaurar, podríamos poner por ejemplo un estudio que nos dio a conocer nuestra compañera Eliana en el post, La influencia del mercadeo de McDonald's en niños pequeños, en él se mostraba cómo los niños se decantaban por un producto alimenticio de la marca McDonald´s frente a otro sin marca siendo en realidad el mismo producto, pues como este ejemplo podemos poner cientos y cientos con todo tipo de artículos y productos. Cada año las empresas textiles ven incrementadas sus ganancias, la facturación aumenta de forma vertiginosa con la moda infantil, los niños quieren parecerse más a sus padres y sus padres quieren que los niños se parezcan más a ellos y si éstos utilizan marcas para vestir, sus hijos no serán menos, por esta razón los padres son quienes realizan el mejor trabajo de marketing publicitario introduciendo la pasión por las marcas en sus hijos.
Cada vez es más costoso vestir a los niños, proveerles de todo aquello que necesitan y que se les proporciona por gusto. Las marcas se convierten en una cruz que se llevará durante toda la vida, no existe el conformismo con otro artículo de similares características, “si no es Adidas, Reebok, Levis, Guess, Agatha Ruiz de la Prada, etc, no lo quiero”.
Quisiéramos hacer un pequeño recordatorio, algunas de las prendas o productos de marca que llegan a nuestras manos han sido confeccionadas por niños que viven en países tercermundistas, también adultos, a cambio de sueldos ínfimos que no permiten ni mantener a la familia. Las marcas pagan lo mínimo en estos países tercermundistas y cobran lo máximo en los países industrializados.
No estamos en contra de las marcas, pero sí de que “se cultiven” en los niños, no es nada recomendable para ellos pues se siembra el consumismo que posteriormente tanto se critica.
Más información | Cinco Días En Bebés y más | La influencia del mercadeo de McDonalds en niños pequeños En Bebés y más | A la conquista de nuevos consumidores