Somos conscientes del continuo lanzamiento de productos destinados a los pequeños, muchos de ellos innecesarios y diseñados para iniciar a los niños al consumismo. Uno de ellos son los teléfonos móviles que crean para niños con edades de cuatro años en adelante. Además de innecesario, tal vez es perjudicial.
No hay ninguna prueba científica que demuestre que el uso de teléfonos móviles sea un riesgo para la salud, pero tampoco se conoce que no los tenga, de hecho, algunos estudios científicos apuestan por esta posibilidad si se utiliza demasiado.
Por esta razón, el Ministerio de Sanidad del país galo advierte a los padres sobre la moderación en el uso de teléfonos móviles, sobre todo para los niños, que son más sensibles dado su estado de desarrollo, y que se lo piensen mucho antes de comprar uno a sus hijos. A pesar de que esta advertencia pueda ser considerada como una buena práctica por parte del Ministerio, asociaciones francesas, como Priartèm, afirman que es una actuación que llega tarde, pues la Navidad ya ha pasado y muchos niños ya habrán recibido un teléfono móvil como regalo.
Incluso están valorando ir a los tribunales para solicitar que no sea legal la comercialización de estos dispositivos para los niños, ya que las palabras del Ministerio de Sanidad pueden ser desoídas si no se acompañan de la acción política.
Pues nos parece genial, ya podríamos hacer algo similar los españoles ¿no?