No se me ocurre otro modo de definir este "inventito" espeluznante que alegremente se pormociona en una publicación chilena que he leido: un invento para atar a los niños a la cama. Se trata de una especie de camisa de fuerza que llaman aqui chaleco dormilón. Sirve para impedir que el niño se levante de la cama.
Su inventora es una madre que estaba "cansada del llanto nocturno" de su hijo y que justifica la necesidad de esto explicándo que en su familia son hiperactivos y su mamá también la ataba a ella. Para remate señala que "lo importante es que ayuda a educar el hábito de sueño".
Algunos inventan aparatos para atar a los niños. La ignorancia es atrevida y cruel. Atar a un niño no educa nada. Ni por el descanso de sus padres, ni aunque diese resultado, la crueldad y el maltrato psicológico hacia los niños no pueden ser justificados. Hay días que pesa levantarse de la cama y ver como el mundo no comprende que los niños son seres humanos que merecen el mismo trato que los demás. Lo que hecho a un adulto nos horroriza no podemos aceptar que se haga a un niño indefenso.
Vía | www.lun.com