Hoy habría cumplido 100 años Roald Dahl, el escritor que nos ha hecho reír y soñar a niños y mayores

Un trece de septiembre, como hoy, pero hace cien años, en Oxford, Inglaterra, nacía un bebé que iba a ayudar a miles de niños en todo el mundo a soñar, a imaginar, a vencer miedos y a reír a carcajadas limpia, como sólo pueden reír los niños.

Un trece de septiembre de 1916, nacía Roald Dahl, quizás uno de los escritores de literatura infantil más conocidos, admirados y respetados por muchas generaciones de lectores de todas las edades por lo que nos ha hecho reír y soñar a niños y mayores.

Roald nació en Inglaterra pero su madre tenía ascendencia Noruega y allí el explorador Roald Amundsen era considerado todo un héroe nacional, por lo que le pusieron su nombre al bebé.

Es inevitable hacer el paralelismo porque Dahl fue sin duda un explorador en el mundo de la literatura infantil, un descubridor de entornos y personajes que aún hoy disfrutan millones de niños y ya no solo en las páginas de los libros, sino también en la gran pantalla de los cines.

Una infancia complicada

Sí, porque cuando él tenía sólo tres años fallecía su hermana por una apendicitis y sólo unas semanas después, su padre por culpa de una neumonía.

Quizás la imaginación de Dahl le ayudara a pasar los peores momentos viendo signos de magia en cualquier detalle. Como cuando estudiaba en un colegio al que de vez en cuando, la fábrica de chocolate Cadbury enviaba sus nuevos productos para que los probaran los niños.

De estos envíos y de la imaginación de Dahl nacería años después una de sus historias más conocidas y más recomendadas (entre otros por los profesores británicos que la han catalogado como su libro infantil favorito) “Charlie y la fábrica de chocolate” que hemos podido ver en el cine en dos ocasiones distintas.

La primera en 1971 con un guión que el mismo Dahl adaptó de su historia y la segunda de la mano de Tim Burton en 2005.

Una vida intensa

Su vida fue azarosa en algunos momentos y trágica en otros también, estuvo cargada de experiencias y vivencias que seguramente de un modo u otro fue volcando en sus libros.

Durante un tiempo trabajó en la actual Tanzania, se unió a la Fuerza Aérea Británica y voló por distintos países de África. Tuvo que dejarlo después de un gravísimo accidente que estuvo a punto de costarle la vida.

Se casó con su primera mujer con 37 años, tuvieron juntos cinco hijos pero precisamente durante el quinto embarazo, Patricia Neal tuvo un infarto cerebral que le dejó sin poder caminar ni hablar y del que fue poco a poco recuperándose con el apoyo de Roald.

Un tiempo después, uno de sus hijos murió por un accidente que le produjo hidrocefalia y dos años más tarde de esa pérdida, su hija Olivia fallecía por contagiarse de sarampión. Dahl escribió uno de los alegatos en defensa de las vacunas más emotivos, sinceros y contundentes que se han escrito nunca.

Una pluma brillante

Roald Dahl además de su reconocimiento internacional como autor de títulos infantiles, tuvo una exitosa carrera como escritor de adultos quizás algo menos conocida.

Es que su obra para niños es arrolladora, empezando por el primer libro que publica para niños en 1943, “Los Gremlins”, puede que no lo hayáis leído pero me extraña mucho que no hayáis visto la famosísima película.

Hace poco hablaba con una mamá que me contaba cómo se reía a carcajadas su hijo de pocos años en una de las secuencias más “brutas” de la película pero más divertidas de la cinta.

Además de las dos obras ya mencionadas, Roald Dahl escribió historias deliciosas como la de “James y el melocotón gigante” y tiernas como “El gigante bonachón” que también han sido llevadas al cine y disfrutadas por grandes y pequeños.

“Matilda” es otro de sus títulos más icónicos, de sus libros más reconocidos y reconocibles y “Las brujas” a día de hoy sigue formando parte del plan lector de muchos colegios de nuestro país, eso sí, para niños algo más mayores.

Sólo hemos citado unos pocos pero ya véis que hay muchos, muchos motivos para celebrar el nacimiento de un genio de la literatura infantil como fue Roald Dahl, su imaginación sigue viva en todos y cada uno de sus libros.

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