Que la mala alimentación y la obesidad son dos de los problemas más acuciantes en la infancia es una realidad constatada. También parece evidente que los “culpables” son muy variados, empezando por las costumbres familiares.
Pero la televisión, la publicidad y los mensajes que llegan a nuestros hijos continuamente también tienen que ver en algunas actitudes y hábitos. Por eso creo que se debería cuidar, en horarios televisivos infantiles, la publicidad emitida, y que no suceda que cuatro de cada diez anuncios emitidos en programas infantiles sean de alimentos poco saludables.
Según un estudio sobre la publicidad de alimentos en programas infantiles, realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un niño ve a lo largo del día más de 6 minutos de publicidad de productos alimentarios, es decir, 22 anuncios de este tipo.
Y entre ellos destacan alimentos con excesivo aporte de grasas saturadas, azúcar y sa, no demasiado recomendables para incluir en una dieta infantil: pastelería, yogures azucarados, productos de cacao…
La organización ha remitido a la Vicepresidencia del Gobierno y a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición los resultados de este estudio, solicitando que se incorpore a la legislación española el código elaborado por “Consumers Internacional” en colaboración con la Organización Mundial de la Salud.
Sus objetivos son:
prohibir la emisión de anuncios de alimentos poco saludables entre las 6.00 de las mañana y las 9.00 de la noche; no promocionar alimentos poco saludables utilizando los nuevos medios de comunicación ni en las escuelas; no incluir regalos, juguetes o artículos coleccionables que inciten a los niños a comer alimentos no saludables; y no permitir el uso de personajes famosos, dibujos animados o concursos en la comercialización de alimentos poco saludables.
Unos objetivos deseables, pero para los que sin duda la sociedad aún no está preparada y para los que queda mucho camino por recorrer. Pero está bien ir dando pasos.
Vía | Cadena Ser
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