Científicos de la Universidad de Cambridge han desarrollado un método con el que han conseguido que niños alérgicos a este fruto seco puedan comer una dosis equivalente a diez cacahuetes. Según sus investigadores, deben seguir con los estudios pero podemos decir, que estamos un paso más cerca de obtener la cura para la alergia al cacahuete.
Esta enfermedad es la más común de todas las alergias alimentarias y como muchos padres sabrán, no es una que nos podamos tomar a la ligera pues puede llegar a ser mortal.
El problema con el que se encuentran los alérgicos al cacahuete es la contaminación cruzada, es decir, que debido a una incorrecta manipulación a la hora de preparar los alimentos estos queden contaminados con trazas de cacahuete que pueden provocar una seria reacción.
Uno de los inconvenientes con los que se encontraron los científicos del estudio, fue la poca información, o más bien, la desinformación que manejaban los padres de los sujetos del estudio respecto a como manejar las diferentes situaciones con que se pueden encontrar en este tipo de alergia.
El estudio
En el estudio participaron 84 niños de edades entre 7 y 17 años, separados en dos grupos. A uno de los grupos se le fue poco a poco administrando proteína de cacahuete en forma de harina mezclada con la comida, al principio dosis muy bajas que se fueron aumentando paulatinamente durante meses. Al otro grupo, llamado grupo de control, se le administró una dieta normal, es decir, sin harina.
Tras seis meses, el 84% de los integrantes del grupo al que se le administraba la harina de cacahuete era capaz de tolerar 800 miligramos de proteína sin presentar ninguna reacción significativa, mientras que el grupo de control no podía. Tras otros seis meses realizando el mismo estudio, esta vez sobre el grupo de control se pudo ver que más del 90% era capaz de tolerar los 800 miligramos de cacahuete.
Conclusiones
Aún es pronto para decir que se ha encontrado un camino para curar este tipo de alergia, pero se ha podido dar un gran paso al conseguir una aumento significativo en la desensibilización a este alimento.
Los resultados de este tratamiento han cambiado radicalmente la vida de los pacientes y de sus padres, mejorando sensiblemente su día a día al poder despreocuparse de que una contaminación cruzada en uno de los alimentos que ingieran pueda provocarles una seria reacción alérgica. Aún tendrán que seguir sin comer aquello que sepan contiene cacahuete, pero al menos podrán ir a un cumpleaños y comer junto al resto de los niños sin peligro a un shock.
Esperemos que en breve podamos encontrar un tratamiento que cure este tipo de alergias alimentarias.
Vía | Popular Science Foto | ruurmo en Flickr En Bebés y Más | Alergia a los frutos secos: atención a las etiquetas de los alimentos, Los frutos secos durante el embarazo no se relacionan con el aumento de la alergia infantil