María Merino es diplomada en nutrición, tiene un blog sobre alimentación y dietética y ayer vivió una desagradable situación a través de las redes sociales al recibir cientos de críticas por una foto que publicó de su hijo desayunando garbanzos.
Fueron muchas las personas que la criticaron por la alimentación que estaba ofreciendo a su niño, y juzgaron una imagen que María había compartido con el único fin de demostrar que hay más alimentos de desayuno aparte de las clásicas galletas y cereales.
Críticas a una madre nutricionista sobre la alimentación que ofrece a su hijo
Mi hijo no sabe lo que es una galleta. El es feliz desayunando garbanzos. @SinAzucarOrg #EducaciónNutricional #SnacksSaludables pic.twitter.com/mbwzeJH8Qw
— Comiendo con María (@comiendo_maria) 9 de enero de 2018
Con esta fotografía de su hijo desayunando garbanzos, María sólo pretendía mostrar a la gente una idea de desayuno saludable para los niños, y que a su vez dista mucho de las ideas que la sociedad suele tener en mente.
Pero lejos de calar en la conciencia de todos, la foto se viralizó y una gran parte de los comentarios que recibió fueron chistes, memes y críticas - algunas muy irrespetuosas e hirientes- hacia su opción nutricional.
Cuando crezca probablemente te odiará y se irá de casa para siempre.
— Le Sogù (@RodriShogun) 9 de enero de 2018
Pues le deseo un feliz desenlace a su digestión todos los días: los garbanzos no es precisamente lo más digestivo del mundo, y provocan meteorismo. En fin. Los críos del colegio son muy crueles. Espero que no hayas marcado a tu hij@, haciendo público todo esto.
— Llar llar binks (@LlarllarBinks) 9 de enero de 2018
No es que no les dejéis decidir, que igual tampoco están capacitados, pero no les decís que hay más opciones. Cuando las descubran que no os extrañe que os lleven a una residencia mala 😒
— Unicornia Pelirrosa (@PeliCornia) 9 de enero de 2018
Espachurras unos plátanos maduritos, los mezclas con copos de avena, les das forma, horno y en pocos minutos, galletas. Sin mierdas, y sin ser tan nazis. Estoy de acuerdo con educar desde bebés para comer bien, xo divirtamonos un poco, no??? Que digo yo...
— MomProject (@BebedeParis87) 10 de enero de 2018
Los Servicios Sociales ya están informados de esta aberración.
— EL QUEBRANTAHUESOS (@mellicintas) 9 de enero de 2018
Sí, no hay más que verlo, no le cabe la sonrisa en la cara.
— Bo)))rja (@Soft_as_chalk) 9 de enero de 2018
No sé porque me huele en la nariz que además de desayunar garbanzos también es vegano por obligación y no le invitan a los cumples porque no puede ir al mcdolar ni comer tarta
— Txema Tirado (@Gusabecquer) 9 de enero de 2018
Ya puestos a humillarle, dale pienso para comer.
— Nacho García (@cagon_ros) 9 de enero de 2018
Hasta que vaya al cole y vea que los demás niños comen algo muy rico llamado galleta que, en la mayor parte de los casos y siempre con moderación, creo que no hacen daño a nadie. Al final terminaremos comiendo piedras.
— Claudia Guerrero (@claudiamalaga9) 9 de enero de 2018
Y digo yo, ya que eres nutricionista, curratelo un poquito y hazle unas galletas a tu hijo (sin azúcar). Da bastante penita verle ahí con el tupper de garbanzos...
— ~NievesBlanca~ (@nievex79) 9 de enero de 2018
Los comentarios y críticas que recibió María a lo largo del día llegaron a desbordarla, y como ella misma ha confesado hoy en su blog, se ha visto obligada a publicar un podcast dando explicaciones sobre lo ocurrido.
Asegura que su hijo no conoce las galletas o los cereales para desayuno que venden en los supermercados y que opta por ofrecerle alternativas saludables como los garbanzos, aunque ha querido dejar claro que "ni desayuna todos los días garbanzos, ni únicamente garbanzos"
Además, ha lanzado un último mensaje en Twitter en el que ha dejado claro que las críticas recibidas no van a cambiar su forma de alimentar a su niño:
Vuestros malos hábitos de alimentación me llenan la consulta. Vosotros comed lo que queráis, yo seguiré alimentando a mi hijo en vez de darle de comer. 2 conceptos muy distintos 😉
— Comiendo con María (@comiendo_maria) 9 de enero de 2018
Cuando veo este tipo de situaciones no dejo de preguntarme: ¿por qué no somos capaces de respetar las opciones de crianza de otras familias? ¿Por qué nos cuesta tanto debatir, argumentar o exponer nuestras ideas con respeto y sin atacar ni ofender a una madre por la opción escogida?
Y es que me parece terrible que alguien se vea en la obligación de dar explicaciones a la gente sobre su forma de criar, educar o alimentar a sus hijos, como si lo que estuviera haciendo fuera algo terrible y digno de confesión.
María es profesional de la nutrición y sabe perfectamente que alimentos incluir en la dieta, pero aunque no hubiera sido nutricionista, ¿quiénes somos los demás para criticar lo que ofrece a su hijo para desayunar?
Informar desde el rigor está bien, y debatir de forma constructiva aportando nuestro punto de vista es algo que seguro que todos aceptamos y agradecemos de buen grado. Pero criticar, por el mero hecho de hacerlo, resulta altamente ofensivo y puede mermar nuestra confianza como madres. Porque todas criamos y educamos a nuestros hijos lo mejor que sabemos y podemos, y estoy segura de que a nadie nos gusta que nos juzguen ni critiquen por la opción de crianza elegida.
Beneficios de las legumbres en la dieta
Como madre, estoy bastante concienciada con la alimentación de mis hijos y trato, en la medida de lo posible, de ofrecerles alternativas saludables y huir de alimentos procesados y altamente azucarados.
Los desayunos en mi casa son a base de fruta, papillas caseras de avena y plátano, huevos revueltos, repostería casera...Pero confieso que jamás se me habría ocurrido incorporar las legumbres como primera comida del día, a pesar de saber que son numerosas las propiedades que aportan.
Las legumbres poseen alta calidad nutricional al ofrecer hidratos complejos, proteínas vegetales, fibra, vitaminas, minerales (fósforo, hierro, magnesio, yodo y potasio) y hierro. En concreto, los garbanzos es la legumbre que mayor porcentaje tiene de hidratos de carbono, y su alto valor proteico la convierten en una excelente fuente de energía.
Por tanto, ofrecer legumbres en el desayuno parece ser una forma maravillosa de aportar a los niños toda la energía que necesitan para comenzar su día. Sin embargo, no todos los peques las aceptan de buen grado, por eso es importante incluirlas en su dieta de manera habitual y, si es necesario, recurrir a pequeños trucos culinarios que las hagan irresistibles.
Alimentar a nuestros hijos de forma saludable es posible. Huir de alimentos procesados, azucarados y de determinadas formas de cocinado está en nuestras manos. Sólo hay que poner interés, informarnos al respecto y no dejarnos llevar por el marketing y la publicidad; especialmente cuando hacen referencia a la alimentación infantil.
"Cada vez se come peor y los niños tienen un alto contenido de azúcar en su dieta. Es la industria del marketing la que se ha encargado de vendernos las galletas y paquetes de cereales como el desayuno saludable, pero todos esos productos son ultraprocesados y están cargados de azúcar. Azúcar que a la larga conlleva sobrepeso, obesidad y todas las enfermedades crónicas no transmisibles asociadas (diabetes, colesterol, hta…)" - explica la nutricionista en su blog.
Por eso, lejos de criticar, yo prefiero optar por aprender de la foto de María y abrir el abanico de alternativas saludables para ofrecer a mis hijos cada mañana. Porque, como ella misma indica, hay muchos más alimentos al margen de las galletas y los cereales industriales.