Ahora que estamos penetrando en lo más caluroso del verano es momento de llevar a nuestra mesa los alimentos más frescos y saludables. Mi consejo: pon una mesa fresca con fruta y verdura de temporada.
Las vitaminas, el agua y la energía de estos alimentos frescos son indispensables para sobrellevar los rigores del calor y mantenernos sanos y activos, nosotros y nuestros hijos. Dentro de nuestro Especial Alimentación Infantil en Bebés y más nos ocuparemos hoy de ofreceros consejos y sugerencias para poner una mesa fresca y veraniega, llena de frutas y verduras con muchas preparaciones diferentes y apetitosas.
Frutas de todos los colores
En verano muchas frutas están en temporada y además, con buen precio. Es el momento natural de consumo de frutas frescas de todos los colores.
Aunque ahora podemos encontrar en los mercados frutas de todo tipo casi todo el año lo ideal es consumirlas en su época y, preferiblemente, de productores cercanos. Melón, sandía, melocotón, albaricoques están deliciosos y baratos. Hay que consumir frutas y verduras de temporada a diario.
De hecho, cuando la producción y distribución a gran escala de alimentos no era una industria tan potente era normal comer solamente fruta de temporada, más madura y recién cogida. Si nos remontamos a nuestros antepasados paleolíticos, que consumían únicamente frutas recolectadas, es lógico pensar que solamente consumirían lo que se produjera naturalmente y los mayores índices de consumo serían en verano y primavera, aunque también algunas frutas maduran en el comienzo del otoño.
Aunque ahora gozamos de la ventaja de poder consumir un alimento tan sano y necesario como la fruta todo el año si compramos frutas de verano producidas cerca de casa vamos a asegurarnos su frescura y que conserven mejor su sabor y sus cualidades nutricionales.
La costumbre de consumir la fruta de postre es opcional. No a todas las personas les apetece o les sienta bien comer fruta después de las comidas, y para ellas y, en realidad, para cualquiera y más con el calor que hace, podemos presentar la hora de comer fruta en cualquier momento.
Os sugiero un desayuno con un plato de frutas variadas recién peladas y cortadas. Una ensalada fresca en la comida que incluya alguna clase de fruta entre sus componentes o un gazpacho o sopa fría a la que añadamos sandía. La merienda pueden ser unas brochetas de fruta o helados hecho con fruta fresca. Y en la cena, delicioso el melón con jamón y los sorbetes.
Batidos, zumos y helados de frutas
No os limitéis a consumir la fruta entera. Las bebidas de fruta son una opción refrescante y muy saludable, sobre todo si vamos a incluir la pulpa. A los niños les encantarán presentadas en batidos con leche, yogurt o helado y además, podemos simplemente pasarlas por la batidora o la licuadora mezclando varias de ellas para ir variando.
Otra preparación deliciosa son los helados hechos con frutas naturales, solas o mezcladas con leche, nata o yogurt. Con ellos conseguimos que los niños cumplan su apetencia de helados dulces pero les ofrecemos alimentos sin grasas ni conservantes, sumamente frescos y llenos de vitaminas.
Cuando vienes de la playa o has estado haciendo ejercicio o jugando en la calurosa tarde nada más delicioso para hidratarse que un batido o un sorbete de frutas que les hace recuperar líquidos, minerales y vitaminas para seguir disfrutando de las vacaciones.
Algunas de nuestras sugerencias son la limonada de fresas, los polos de melocotón y mango con yogurt o las piruletas heladas de fruta cubiertas de chocolate.
Estas frescas recetas de frutas de verano además tienen la ventaja de permitir incorporar, por lo sencillo de su preparación, a los niños en la cocina, una actividad que les abre el apetito, les hace interesarse por los alimentos y tiene, además, muchas ventajas hasta desde el punto de vista de su educación.
Verduras frescas para el verano
Las verduras frescas, crudas, son ideales para ser consumidas en verano, sea en forma de ensaladas, gazpachos o como crudités acompañadas de alguna salsa nutritiva.
En realidad durante todo el año deberíamos incorporar una ensalada de vegetales crudos en todas las comidas, pero priorizarlas en verano permite preparar platos muy variados, coloridos y llenos de nutrientes.
Además, las recetas frescas para niños en verano con verduras crudas son fáciles de preparar y baratas, pudiendo incorporar además de los vegetales, proteínas (atún, huevo, pollo cocido o jamón cocido) e hidratos (arroz, pasta, patatas).
Otra buena costumbre especialmente en verano es ofrecer a los niños tentempiés de verdura cruda como unos bastoncitos de pepino y zanahoria o, simplemente, unas hojas de lechuga crujiente y fresquita.
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