Hace unos días me encontré con un amigo que me dio la gran noticia de que va a ser padre dentro de unos meses. Al parecer lleva ya bastante tiempo buscando información y, como no andan muy sobrados de dinero (bueno, creo que poca gente puede decir hoy en día lo contrario), me comentó que estaba pensando comprar directamente una silla de paseo, porque muy poca gente parecía amortizar el cochecito de bebé.
Le contesté que me parecía una gran idea porque aunque yo sí lo compré en su día, para mi primer hijo, con Guim, el tercero, lo rescatamos del trastero y las veces que lo utilizamos pueden contarse con los dedos de una mano. De todas maneras, por si caso, le estuve explicando dónde podía comprar artículos de bebé a buen precio o incluso de segunda mano. A raíz de aquel rato que estuvimos charlando pensé que podría ser interesante explicar aquí cómo ahorrar en la compra del cochecito de bebé.
¿Comprar un cochecito de bebé?
El cochecito de bebé es el rey de los aparatos para bebé porque todas las parejas compran uno cuando van a ser padres. Estamos tan acostumbrados a ellos que parece que hayan existido toda la vida. De hecho, no son pocas las veces que la gente nos ha preguntado extrañada si no tenemos cochecito, porque “como lo lleváis siempre en mochila”. Sin embargo, no puede decirse que sea imprescindible, ni que toda la vida se hayan usado, porque no hace ni 100 años que se utilizan de manera habitual.
Como culturilla general, deciros que el primer cochecito (o lo más parecido a ello) fue contruido por William Kent en 1733, pero no tenía ruedas, pues estaba preparado para llevar al bebé en un pony. Más adelante, en 1899, se inventó una cuna desplazable, que podría considerarse como el precursor del cochecito, y ya en 1920, habiendo evolucionado un poco el invento, empezó a extenderse el uso de los cochecitos entre las familias de clase media.
Ya digo, no hace ni 100 años que se utilizan y, sin embargo, parece que sin un cochecito nos falta algo. No voy a decirle a la gente que no compre coche porque no lo utilizará, porque no sé qué tipo de bebé tendrá, pero yo puedo asegurar que si lo sé, no lo compramos. Digo esto porque mis niños, los tres, han sido de no querer el cochecito ni en pintura. Era soltarlos en él y empezar a llorar. Como ya he explicado en alguna ocasión, salíamos a la calle a dar una vuelta y de paso aprovechábamos a sacar a pasear al cochecito. Vamos, que hacíamos unos 20 metros con el niño dentro del cochecito y el resto del camino con el niño en brazos o en una mochila y el cochecito vacío. Así hasta que un día nos hartamos de hacer el tonto y decidimos dejar el cochecito en casa.
Pero oye, yo he visto a niños en los cochecitos la mar de tranquilos, calladitos, mirando el mundo pasar. Hasta he visto a niños que, al rato de estar despiertos, se han quedado dormidos y todo. Durante un tiempo creí que no existían, que esos niños eran una leyenda, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que sí los había y por eso nunca le diré a nadie que no compre un cochecito… como mucho puedo decir que si quiere, que espere a ver qué carácter tiene el bebé y cuántas son sus ganas de pasar tiempo con ellos (o que si quieren, sea el bebé como sea, se planteen el uso de mochilitas o portabebés, que es otra opción).
Cómo ahorrar si lo vamos a comprar
Si finalmente una pareja decide que va a comprar el cochecito pero quiere ahorrar un poco en la compra, y ya que hemos hablado de que no es del todo imprescindible tener uno, decir que para ahorrar lo mejor es no comprar lo que no vamos a usar. Yo no sé otros padres y madres qué uso le han dado, pero el capazo, ese elemento enorme que enseguida retiras y que es incomodísimo para usarlo en el coche, es para mí totalmente prescindible. Para el coche es mucho más seguro el “huevo”, más conocido como maxi-cosi, aunque esto es la marca y no el nombre real del elemento en cuestión. Con él el niño va en contra de la marcha y va más fijo al asiento que con el capazo, que va tumbado, de lado, a veces mal sujeto y que, como digo, es un engorro por su tamaño y poca manejabilidad. Ahora bien, el “huevo” no se recomienda para un uso frecuente (se dice que como mucho estén 90-120 minutos), porque acaban quedando demasiado encogidos y les puede costar un poco respirar normalmente.
Cuando el niño ya tiene unos cuatro a seis meses, que ya puede ir más sentadito, se puede empezar a utilizar la silla. Si hemos comprado el accesorio que convierte el cochecito en silla, dejamos el “huevo” ya sólo para el coche y la silla para el resto del día. Si no lo habéis comprado, es buen momento para haceros con una silla de paseo, más manejable en todos los sentidos (o sea, que realmente un cochecito sólo es relativamente práctico los primeros 4-6 meses).
Pero va, dejémonos de preámbulos y vamos a ver cómo se puede ahorrar en la compra de un cochecito de bebé. La primera opción, que es con la que más dinero ahorras, es que te lo compren. Vas a tener un bebé y lo más habitual es que todos se presten a regalarte algo que necesitas, pues bien, el cochecito puede ser uno de esos regalos que alguien pueda hacerte, o que puedan hacerte varios juntos, pues no es económico.
Otra opción muy ahorrativa también, pues tampoco gastas nada, es buscar a alguien que os lo pueda prestar. Los cochecitos, como habéis visto, se quedan pequeños enseguida y la mayoría de parejas lo dejan de lado en el plazo de un año (buscan una silla de paseo como alternativa ligera y práctica). Entonces lo que pasa es que en muchos trasteros habitan cochecitos con muy poco uso y en muy buenas condiciones, a la espera de que otros bebés los usen. Preguntando se llega a Roma y preguntando quizás encontréis a alguien que amablemente podría prestaros un cochecito a coste cero.
La tercera opción, si no conseguimos que alguien nos lo preste, sería intentar encontrar uno de segunda mano a buen precio. Como ahora internet nos pone al alcance de un click miles de anuncios lo ideal es buscar en los sitios de venta de segunda mano más utilizados, como ebay, que tiene una sección de bebés y niños, y segundamano, donde podemos escoger las ciudades de nuestra provincia para comprar cerca de casa. Si queremos mirar en webs de segunda mano más concretas, en las que sólo se venden artículos de bebé, podemos mirar en Parabebes.com, Segundamanobebe.com, Bebeanuncios.com y Megabebe.com, por poner algunos ejemplos.
Finalmente, si optáis por comprarlo nuevo siempre podéis buscar páginas de internet donde comprarlo a buen precio, como Pixmania, que tiene un volumen de ventas elevado y por eso puede vender a precios más bajos o bien en Amazon.co.uk, que tiene los precios un poco más bajos, pero que envían desde Reino Unido y hay que tener en cuenta los gastos de envío. En Amazon.es, desde hace poco, hay también cochecitos, yo diría que menos que en la versión inglesa de la página, pero quizás encontremos aquel que queremos a buen precio.
Foto | garryknight, deanwissing en Flickr
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