En la página de Nest, una tienda británica de decoración he encontrado cosas maravillosas, muebles o juguetes que estimulan la imaginación y dan ganas de convertirnos de nuevo en niños. Empezando por una alfombra voladora que me ha parecido preciosa.
El sueño de ser por un rato Aladino y volar con nuestra alfombra sobre los tejados de la ciudad es posible. La verdad es que hasta yo quiero probar este invento que une diseño y fantasia: una alfombra voladora, o al menos, un juguete que pretende reproducir la sensación de volar en una alfombra. Me ha dejado fascinada. Consta de una base plástica que permite que la alfombra pegada a una placa curva gire sobre su misma y bascule. Se puede usar al aire libre también.
Otra maravilla es una cueva huevo, diseñada por el español Javier Mariscal. Puede ser un huevo de dinosaurio, o una cueva prehistórica, o un extraterreste. Los niños pueden pasar alli dentro fabulosas aventuras, aunque, una mesa con una manta por encima siempre está al alcance de todos y sirve también para imaginar.
La original mesa puercoespín también tiene un diseño muy especial, ya que tiene orificios para colocar los lapiceros cubriendo la mesa de "púas" como el puercoespín que le da nombre. Tiene además dos colores y las patas asimétricas, lo que termina de convertirla en un conjunto impactante.
La mesa puede complementarse con la silla pantom infantil, que es la aplicación a medidas para niños de un diseño muy conocido. Las fabrican en colores variados y muy bonitos, pudiendo usarse como silla y seguro, también, se convertirá en un juguete en manos de los pequeños.
El precio de estas maravillas no es demasiado asequible, pero para quien pueda darse el capricho, son desde luego una elección con la que acertar.
Via | Nest