Una manera sencilla de conocer nuestros ciclos menstruales es realizar el seguimiento de nuestra temperatura basal, a través de cuyo análisis sabremos cuándo hemos ovulado y si se ha producido un embarazo o, por contra, la menstruación está a punto de aparecer. Aunque podríamos usar cualquier tipo de termómetro que tengamos en casa, en el mercado tenemos termómetros especialmente diseñados para este fin: termómetros basales.
Gracias a ellos, podremos tomar nuestra temperatura basal con mayor comodidad y precisión, algo importante si con esos datos vamos a elaborar una gráfica, pues las variaciones de temperatura que se registran a lo largo del ciclo son pequeñas y una desviación podría alterar nuestro análisis.
¿Para qué sirve un termómetro basal?
Un termómetro basal es un termómetro fabricado especialmente para tomarnos la temperatura basal: nuestra temperatura corporal nada más despertarnos, cuando hemos tenido un reposo suficiente (de al menos unas cuatro horas) y sin movernos de la cama, tan sólo alargando el brazo para ponernos el termómetro (cualquier movimiento podría alterarla).
La temperatura basal se mantiene baja al principio del ciclo para subir una vez que se ha producido la ovulación, pues la progesterona (hormona que domina la ovulación) eleva la temperatura. Si tomamos adecuadamente nuestra temperatura basal, podremos elaborar una gráfica, que nos permitirá conocer nuestros días fértiles de manera que podemos planificar un embarazo o evitarlo. Además, la elaboración de las gráficas durante varios ciclos nos ayudará a comprender mejor nuestro cuerpo, siendo una herramienta maravillosa de auto-conocimiento para las mujeres que tienen ciclos irregulares.
¿Por qué un termómetro basal y no uno normal?
Dado que los cambios de temperatura basal que sufrimos a lo largo del ciclo son de apenas unas décimas, es importante que el termómetro que usemos sea muy preciso. Los termómetros basales están especialmente diseñados para tomar la temperatura de nuestro cuerpo en reposo, de modo que permiten una lectura más sencilla, su rango de medición es más pequeño y permite precisar dos o más décimas de temperatura.
Tipos de termómetros basales
Existen dos tipos de termómetros basales: los digitales y los de cristal.
Los termómetros basales digitales tienen una alta precisión (usualmente +/- 0.01 °C), un visor más grande y permiten el registro de temperatura con dos o más décimas.
Los termómetros basales de cristal contienen galio en sustitución del mercurio, que fue prohibido por su alta toxicidad.
Dado que están concebidos especialmente para la toma de nuestra temperatura en reposo, su margen de medición suele estar entre los 35 y los 38 ºC, permitiendo una lectura mucho más sencilla sin forzar la vista y con varios decimales.
¿Cómo elaborar e interpretar nuestra gráfica de temperatura basal?
Sobre todo durante los primeros ciclos y hasta que estemos familiarizados, comenzaremos anotando nuestra temperatura desde el primer día del mismo, que corresponde con el primer día de menstruación. Cuando tengamos más práctica podremos empezar en torno al día 5 del ciclo o incluso más adelante si lo que nos interesa es conocer solamente el momento en que ovulamos.
Anotaremos no sólo la temperatura registrada sino también cualquier otro síntoma asociado (por ejemplo, dolor de cabeza, sensación de dolor ovárico, etc), si hemos tenido o no relaciones sexuales y también si ha ocurrido cualquier contratiempo que haya podido alterarla (haber trasnochado, estar enfermos, etc).
En Bebés y Más os ofrecemos un ejemplo práctico para interpretar la tabla que seguro os será de utilidad.
Si no queréis realizarla en papel, podéis confeccionar una tabla en formato electrónico vosotras mismas o recurrir a webs que os facilitan la tarea de anotar e interpretar las temperaturas, como 28dias.es.
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