La conservación del cordón umbilical fue por casualidad, pero ha salvado la vida de una niña. Tiene ahora seis años, pero hace algo más de dos, estuvo a punto de dejar este mundo por una leucemia linfoblástica aguda.
A los tres años le diagnosticaron esta enfermedad, que tras los tratamientos convencionales de quimioterapia y radioterapia, no fue curada. Pensaron en el trasplante de células madre, pero no encontraron donante compatible, entonces decidieron probar con un trasplante de su propia sangre que una clínica estadounidense tenía congelada.
La analizaron por si tenía genes cancerosos, pero al no ser una leucemia congénita, la sangre estaba sana y tras una severa quimioterapia para destruir su sistema inmunológico, se realizó el trasplante a la pequeña. A los 15 días la niña empezaba a producir linfocitos sanos y hoy está curada. El equipo multidisciplinar de científicos y especialistas clínicos de EE.UU. y Alemania que llevó este caso, sugiere que éste no es generalizable, pues no todas las enfermedades de este tipo se pueden curar del mismo modo, los factores genéticos tienen mucho que ver.
Esta noticia publicada en Pediatrics abre de nuevo el debate en nuestro país sobre la regulación por ley del uso de tejidos de cordón umbilical. Al contrario que en otros países, en España prevén que los cordones conservados en clínicas públicas o privadas, estén al alcance de cualquier enfermo que lo necesite.
Esto lleva a que muchas familias conserven el cordón umbilical con células madre en el extranjero, el caso más conocido en nuestro país, el de la Infanta Leonor, hija de los Príncipes de Asturias.
¿Cómo crees que repercutirá la curación de la niña estadounidense en España? ¿Cuál es tu punto de vista sobre los bancos de sangre del cordón umbilical?
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