Ya hemos hablado varias veces de la importancia de ver libros con los niños, incluso antes de que pronuncien sus primeras palabras. Hacerlo puede ser muy beneficioso para su desarrollo, especialmente esos libros que incluyen fotografías de objetos cotidianos.
Un estudio reciente realizado con 30 bebés británicos y publicado en la revista Child Development afirma que cuando los bebés tienen 9 meses de edad son capaces de reconocer una imagen de un objeto conocido en un libro. Utilizan las imágenes para obtener información sobre un objeto y luego reconocer el objeto real.
Para comprobarlo, se les enseñaron a bebés de 9 meses durante aproximadamente un minuto fotografías en color o en blanco y negro de un juguete a tamaño real. Luego, se les colocó delante el juguete real de la fotografía y otro juguete.
Se les presentaron los juguetes de dos maneras diferentes: dentro de recipientes transparentes y dentro de recipientes opacos.
En el primer caso, los bebés eran más propensos a intentar coger el juguete que no estaba en la foto, lo que sugiere que reconocían al juguete de la imagen y lo encontraban menos interesante que el juguete real.
En cambio, cuando se los enseñaban dentro de recipientes opacos, eran más propensos a intentar coger el que habían visto en la fotografía, lo que significa que se habían formado una imagen mental firme de ese juguete.
Es curioso saber que aún antes de que empiecen a hablar por sí mismos, los bebés ya son capaces a los 9 meses de reconocer las imágenes de objetos que han vistos en un libro.
Así que ya sabéis. Hay libritos preciosos con imágenes llamativas y a todo color de objetos cotidianos. También valen imágenes de revistas o las famosas flashcards.
Foto Thinkstock
Vía | Child Development