El gateo es una etapa importante del desarrollo de los bebés, pues es el primer paso para su autonomía motora. Pero además de ayudar a desarrollar su coordinación y equilibrio, gatear les ayuda a conocer el mundo que les rodea.
Un beneficio de esto podemos encontrarlo en un estudio reciente sobre este tema, en el que se concluyó que cuanto más gatee un bebé, mejor preparado estará para reconocer los posibles riesgos en su entorno.
Al gatear hacen un rastreo de peligros
Publicado en la revista Infancy, el estudio analizó cómo influye el desarrollo y experiencia motora del bebé al momento de prevenir caídas al encontrarse con una bajada repentina, particularmente en aquellas relacionadas con el agua (como las piscinas).
De acuerdo con su investigación, entre más experiencia tenían los bebés gateando, mejores eran sus capacidades para identificar y evitar posibles peligros y riesgos para su seguridad:
"Los cuidadores deben ser conscientes del importante papel que juega el gateo en el desarrollo infantil y los beneficios de promover las oportunidades de gatear para sus bebés. Al tocar el piso y mirarlo de cerca, los bebés aprenden a distinguir las superficies seguras de las inseguras para moverse y comienzan a evitar caídas, dentro del agua o no."
"Proteger en exceso a los bebés al limitar sus oportunidades de auto-locomoción no los mantiene seguros, sino que retrasa el desarrollo de la percepción de situaciones de riesgo", explica la doctora Carolina Burnay, autora principal del estudio.
Según las conclusiones del estudio, la principal diferencia entre los bebés que evitaban esos peligros y los que no, era la cantidad de experiencia gateando que tenían. Así que cuanto más gatee un bebé, mejor.
Otro descubrimiento interesante que se encontró durante la realización del estudio, fue que esa experiencia para identificar riesgos que se adquiere al gatear, permanece con los niños cuando aprenden a caminar y continúa ayudándoles a seguir aprendiendo a identificar otros riesgos y peligros.
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