La llegada del DVD supuso un cambio en nuestras vidas en muchos niveles. A los vídeos y películas habituales se añadían contenidos interactivos, menús para navegar por ellos, juegos, etc.
Estas posibilidades las empezaron a exprimir diversas marcas y fabricantes de productos para bebés y niños lanzando DVD destinados a ellos con vídeos en los que se alternaban imágenes coloridas en movimiento, música clásica y palabras.
El éxito fue rotundo, siendo la principal marca de esa revolución "The Baby Einstein Company", fundada en 1997. Millones de padres compraron a sus hijos DVD para que aprendieran palabras, música y en definitiva para que fueran más inteligentes, pues era esto lo que se prometía.
Son ya varios los estudios que demuestran que esto no es cierto y estos días vuelven a comentarse estudios que confirman que los niños no aprenden más con los DVD educativos, sino que, de hecho, parece que aprenden menos.
Qué dicen los estudios
Rebekah A. Richert, profesora de psicología de la Universidad de California en Riverside realizó un estudio con 96 bebés de entre uno y dos años de edad y no encontró que hubiera una relación directa entre el tiempo que los niños pasaban expuestos a un DVD educativo y el desarrollo general del lenguaje de los niños.
Visto así uno puede pensar que "bueno, aunque no aporte nada, al menos les entretiene" y, si bien es cierto, en el estudio se evidenció que los niños que comenzaron a ver DVD educativos a una edad más temprana obtuvieron resultados inferiores en pruebas relacionadas con la habilidad del lenguaje.
En un estudio posterior en la Universidad de Virginia se concluyó que los niños que veían DVD educativos no aprendían más palabras que los niños de un grupo control, que no los veían. Nuevamente se demostró que los niños que aprendían más palabras eran precisamente los que no eran expuestos a ningún vídeo.
Con estos estudios se confirman las recomendaciones de la AAP (Academia Americana de Pediatría), que aconseja desde hace un tiempo que se limite el tiempo de televisión en los niños menores de dos años tanto como se pueda. Un portavoz de la AAP lo expresa de la siguiente manera:
Instamos con gentileza a los padres de los niños menores de dos años que eviten el tiempo frente a la pantalla con sus hijos. El juego es el trabajo de la infancia. Sentarse frente a una pantalla no es el trabajo de la infancia.
Estrategias de marketing
Muchos se preguntarán entonces de dónde proviene el éxito de los DVD educativos, pues bien, la respuesta es simple: se trata de una estrategia de marketing impresionante que logró convencer a todo el mundo, con títulos como Baby Mozart, Baby Beethoven, Baby Van Gogh, Baby Shakespeare y un largo etcéteta, los padres se creyeron la ilusión de que mirando la televisión los niños se harían más listos y más inteligentes.
La realidad, como se ha visto, es que los bebés no son capaces de conectar lo que sucede en la pantalla con los objetos, sensaciones y vivencias de su vida diaria.
Dicho de otro modo, los niños aprenden más de la vida misma que de la representación de escenas y situaciones en una televisión. Las vivencias de los niños con un entorno y con las personas producen un feedback porque los niños están inmersos en esas situaciones. Así aprenden las palabras, oyéndolas repetidamente en diferentes contextos, con diferentes formas (hay cucharas de muchos tipos, colores y formas, pese a ser todas cucharas) y viniendo de diferentes personas.
Es así también como se aprenden los idiomas, inmersos en ellos, oyéndolos en diferentes situaciones y contextos, no viendo siempre la misma imagen diciendo siempre la misma palabra, sin posibilidad de interacción (que también aprenderán algo, pero siempre menos que con el contacto humano).
Vía | Healthfinder Foto | Originallittlehellraiser en Flickr En Bebés y más | Baby Einstein no ayuda a mejorar el lenguaje del niño, Disney devuelve el dinero de sus productos Baby Einstein porque no estimulan la inteligencia infantil, La televisión reduce el diálogo entre padres e hijos