Cómo se enseña en un cole sin libros de texto
Con el inicio del curso a la vuelta de la esquina, son muchos los niños que ya empiezan a preparar su mochila, su material escolar y los libros que necesitarán a lo largo del año. Pero esta no es la realidad para los alumnos que estudian en escuelas donde los libros de texto no son los protagonistas de su aprendizaje.
Muy poco a poco van surgiendo en España centros donde no se utilizan libros de texto, donde el aprendizaje es libre, se basa en el trabajo cooperativo y los alumnos sacan lo mejor de sí mismos sin necesidad de aprender las lecciones impresas en los libros tradicionales. Pero ¿cómo se enseña y se aprende en un colegio sin libros de texto?
Trabajando y aprendiendo por proyectos
Enseñanza tradicional: El libro de texto es el principal protagonista. El profesor se basa en él para impartir las lecciones y aunque los niños también realizan trabajos cooperativos u otros tipo de ejercicios al margen de ellos, existe un horario marcado por las asignaturas y un temario diario que cumplir.
Enseñanza sin libros: aula diáfana y luminosa, con mesas dispuestas para trabajar en equipo. El profesor acompaña a los alumnos en su trabajo diario, les observa y les guía. No hay libros (al menos no en exclusiva) sino otro tipo de material didáctico elaborado en algunas ocasiones por los propios profesores o por los alumnos.
En una escuela sin libros, el tiempo no se organiza en asignaturas sino que el alumno trabaja por proyectos y es el protagonista de su propio aprendizaje. Cuando se trabaja sobre un tema lo primero que se hace es aplicar el método científico. El niño pone en común lo que sabe y conoce, así como lo que necesita descubrir, y a partir de ahí comenzará a investigar.
Las competencias múltiples que va adquiriendo el alumno se mezclan con otras habilidades como el trabajo en equipo, la resolución de problemas o la expresión oral, que tan importantes resultan para desenvolverse en el día a día en nuestra sociedad.
Al finalizar el trabajo, los niños habrán adquirido una serie de valores, habilidades, contenidos y competencias múltiples que no sólo les servirán en su etapa académica sino que le preparán para su futuro laboral.
En el año 2015, los Jesuitas revolucionaron la enseñanza en Cataluña con la puesta en marcha de tres centros concertados (dos en Barcelona y uno en Lérida) donde los libros de texto no son los protagonistas.
En este artículo de El Mundo, explican cómo trabajan en estos colegios sin libros y la importancia de las competencias transversales que los alumnos van adquiriendo con sus trabajos por proyectos.
"Por ejemplo, en 1º de la ESO B (12 y 13 años) están con un proyecto de 30 horas sobre las primeras civilizaciones. La Lengua la aprenden a partir de los jeroglíficos y los escribas; las Naturales, estudiando el Nilo; las Sociales, con cronogramas... Todo se remata con una obra final concreta; en este caso, hacen una revista" - explica el artículo.
La importancia del trabajo en equipo
Saber trabajar en equipo es una de las competencias que más valoran las empresas, por lo que fomentar esta habilidad desde niños resulta fundamental. Los alumnos que estudian en este tipo de escuelas destacan la importancia de la cooperación y del trabajo individual bien hecho para no perjudicar al grupo.
¿Cómo es el material didáctico?
En los colegios "sin libros de texto", los libros son un mero material de aprendizaje más (que además es común a todos y no individual), pero no el único o principal, como ocurre en las escuelas tradicionales. Los profesores y los alumnos se apoyarán en los libros cuando lo necesiten, pero el material didáctico va mucho más allá.
Hay también juegos, material digital y otro propio que elaboran los profesores atendiendo a las equivalencias de contenidos curriculares que establece la LOMCE. Sin duda, esto puede suponer un hándicap para muchos ya que el esfuerzo e involucración del profesor es crucial.
¿Y qué pasa con los exámenes y los deberes?
En este tipo de colegios no existen deberes ni exámenes como todos entendemos. Los alumnos no tienen que pasarse la tarde estudiando en sus casas o haciendo fichas, sino que continuarán investigando y trabajando en lo aprendido en clase; a su ritmo y en función de sus intereses.
En cuanto a los exámenes tampoco tendrán que enfrentarse a varios días seguidos de pruebas académicas en donde se jugarán todos sus conocimientos a una sola carta. La evaluación la realiza el profesor de manera contínua a lo largo de todo el curso, observando la implicación del alumno, su grado de interés, valorando su trabajo individual y la forma de comunicarse y relacionarse cuando hay trabajo cooperativo.
Los profesores afirman que este tipo de evaluaciones resultan más rigurosas que las tradicionales, pues deben vigilar, atender y supervisar continuamente el rendimiento de los alumnos, y potenciar aquello en lo que el alumno destaque.
La figura del profesor
Al igual que vimos hace unos días cuando hablamos de la pedagogía Montessori, el profesor se convierte en un guía, dejando atrás la figura de la persona que "todo lo sabe" que a todos se nos viene a la mente cuando hablamos de enseñanza tradicional.
Alumnos más motivados
Los profesores que siguen este método educativo sin libros aseguran que los alumnos están mucho más motivados a la hora de adquirir conocimientos ya que son los únicos protagonistas de su aprendizaje.
En un alto porcentaje de colegios que siguen la metodología tradicional, el alumno es un receptor pasivo centrado, únicamente, en asimilar los conocimientos que le van llegando por parte del profesor. Y aunque esta tendencia poco a poco va cambiando fomentando más horas de trabajo cooperativo, expresión oral e investigación, los expertos aseguran que aun queda mucho camino por recorrer (y así lo indica, tristemente, los resultados del informe PISA).
Con este otro modelo de enseñanza, nos encontramos con niños que deben investigar para saber, sacar lo mejor de sí mismos, cooperar con otros compañeros y poner en práctica lo aprendido. De sus inquietudes e intereses dependerán los conocimentos que vayan adquiriendo a lo largo de su etapa académica.
Este tipo de trabajo libre y centrado en lo humano da como resultado alumnos más felices, motivados y con menos fracaso escolar, según han observado los colegios donde se aplica este método de enseñanza.
¿Dónde encontrar colegios sin libros?
Este tipo de pedagogía, tan común en algunos países, es todavía un espejismo en España. Según El Confidencial, en nuestro país existen poco más de un centenar de colegios que apuestan por una enseñanza experimental y centrada en el propio alumno.
Las escuelas Montessori, basadas en el aprendizaje a partir de la observación y la manipulación o los centros Waldorf son sólo algunos ejemplos que vienen a sumarse al colegio El Clot de los Jesuitas que hemos comentado antes, o a otras escuelas de ámbito público, concertado o privado repartidas por todo el territorio nacional.
Quizá, encontrar escuelas donde lleven a cabo una enseñanza por proyectos y sin libros sea mucho más fácil en la etapa de infantil. Pero a medida que los niños van creciendo, se hace más complicado encontrar escuelas libres o centros donde los niños aprendan sin los libros de texto como material único e insustituible.
En Xataka Así les va a los colegios e institutos que están acabando con el libro de texto
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