Continuando, como os prometimos, profundizando en el tema, preocupante, del diagnóstico del TDAH y sus posibles tratamientos no farmacológicos, vamos a entrevistar hoy a la psicóloga Cristina Silvente, quien, nos desvelara posibles causas de la falta de concentración o el "exceso" de actividad de los niños.
Cristina Silvente es Licenciada en Psicología, especializada en Psicología de la Salud y Medicina Preventiva, además de en Resolución de conflictos y Psicología de Emergencias. Ha formado parte del equipo del Servicio de Atención Psicológica de Emergencias y además es terapeuta. Su formación completa y experiencia podéis consultarla de forma completa en su página web. Además es autora de varios libros, entre ellos el recientemente publicado “Las voces olvidadas“ y es una de las especialistas a las que ya ha entrevistado Bebés y más en relación a temas de psicología infantil.
¿Cómo habria que evaluar el TDAH?
Es imprescindible hacer una evaluación. Y eso supone conocer la historia de vida de ese niño o niña, acontecimientos traumáticos, salud, entorno familiar, social y escuela.
Hace poco añguien colgó una noticia que comparaban las estadísticas de EEUU (un 7.6% creo) y Francia (un 0.5%). En Francia se hacía una valoración global y se hacía tambien una intervención en todos los niveles.
Es importante hacerlo así porque existen muchos factores que pueden incidir en que un niño no preste atención o no pare quieto.
Claro, las circunstancias influyen mucho en el comportamiento.
Yo todavía no he visto un niño que lo que hiciera o su comportamiento no fuera normal ante unas circunstancias que no deberían ser normales.
El diagnóstico de TDAH lo debería hacer un profesional con una visión amplia o un equipo multidisciplinar.
¿Hay diagnósticos que pueden cubrir otra condición?
Hay un porcentaje alto de niños con Altas Capacidades que antes han sido diagnosticados de TDAH. Y cada vez más adultos son diagnosticados y medicados de TDAH.
¿La escuela también influye?
La escuela no está adaptada a la mayoría de las necesidades de los niños. Y cada vez empiezan antes, con lo cual menos tiempo de "espacio libre" tienen.
El contacto con la naturaleza, el tener tiempo, el reir, saltar, hacer el loco, explorar... es que ni las ciudades están preparadas para la infancia normal.
La vida actual en general no está adaptada a los niños: solo pueden tener libertad en espacios cerrados en un tiempo limitado.
¿Qué factores pueden desencadenar problemas de concentración?
Incluso habría que valorar una posible deficiencia de vitamina D, ya que su carencia puede producir una falta de concentración. Yo ahora estoy conociendo madres con insuficiencia de esta hormona. Deberíamos preguntarnos si ven nuestros hijos suficientemente el Sol.
Se dice que el exceso de azúcares y aditivos producen hiperactividad, yo no tengo información contrastada, pero sí pienso que todo influye. La falta de ciertos nutrientes y vitaminas sí que afectan al sistema nervioso central (como la Vit B12).
Pero no solamente hay factores físicos que pueden influir en una baja concentración, ¿verdad?
Por supuesto: desde una gran imaginación, o aprender rápido, el desinterés por la materia, el sentirse coaccionado, frustrado, aburrido; hasta estar deprimido, haber pasado por alguna experiencia impactante o haber sido testimonio: una muerte de un familiar, una intervención quirúrgica, una agresión, un accidente, un cambio de residencia...Pero también una enfermedad o trastorno: anemia, diabetes, epilepsia, o más graves.
¿Las emociones influirán también? Muchos factores emocionales pueden no verse a simple vista o no relacionarlos con un déficit de atención. Hay muchos hechos en la vida de los niños que los adultos no damos importancia y para ellos pueden tener un impacto muy grande, y dejar su amígdala (Sistema Límbico) demasiado activada.
Y entonces los aprendizajes, los estímulos, no se registran en el neocórtex, sino que pasan directamente al sistema reptiliano: reacción de lucha, huida o congelación. Un niño puede comportarse de forma agresiva, puede moverse mucho, o quedarse pasivo. Estas reacciones no son controlables por la razón. ¿Cómo se aprende así?
¿Y los factores psicológicos?
Si al recoger la historia vemos que este niño o niña ha pasado experiencias importantes, una separación temporal de los padres, la muerte de un familiar, una intervención quirúrgica o una enfermedad grave, un ambiente de tensión familiar, o maltrato o abusos sexuales, se deberían tratar primero.
Además, una cosa es que un niño no pueda concentrarse y otra que se aburra en clase.
Muchos niños solo muestran TDAH en la escuela. Es muy típica la frase "para lo que le interesa sí presta atención".
¿Entonces?
Los padres también necesitan apoyo pues la mayoría de las veces no saben qué hacer. No se les tiene en cuenta más que para recordarles que pongan más límites.
Si un niño no para quieto no es por su neocórtex, es por su sistema límbico o el reptiliano, entonces no hay instrucciones, premios o castigos que valgan. Hay que ir a la raiz. Y evaluar bien que no haya una alteración neurológica detrás, pero evaluando todos los factores.
Le agradecemos a la psicóloga Cristina Silvente haber retornado a Bebés y más para concedernos esta entrevista que estoy segura os hará ver de otro modo, mucho más global, los posibles problemas o situaciones que pueden relacionarse con diagnósticos de TDAH.
En Bebés y más | "Todos los niños del planeta, al nacer, serían hiperactivos". Entrevista al psicólogo Antonio Ortuño, TDHA: la hipótesis del granjero y el cazador, ¿Está el TDAH sobrediagnosticado?, "Los bebés se malcrían si no los coges en brazos". Entrevista a la psicóloga Cristina Silvente (II)