Seis consejos para lograr educar sin castigos

Seis consejos para lograr educar sin castigos
32 comentarios

En Bebés y más os hemos explicado en diversas ocasiones que el castigo no es en realidad un buen método educativo y que el cachete a tiempo tampoco es un buen remedio, aconsejando hacer uso de nuestra inteligencia y creatividad para buscar métodos o herramientas alternativas más respetuosas, menos humillantes y, en el fondo, más útiles a largo plazo.

Muchas personas leen o escuchan lo que se les explica sobre el cachete y el castigo, piensan en la infancia, recuerdan cómo se sentían cuando sus padres les pegaban o castigaban y empiezan a abrir la mente. La abren hacia lo desconocido: "Vale, quiero intentar no hacerlo como lo hacían los mayores cuando yo era pequeño, pero ¿cómo?". Pues vamos a daros seis consejos para lograr educar sin castigos, para empezar ese camino.

No sé si son los mejores seis consejos, y es probable que alguien los pueda explicar mejor, pero creo que son un muy buen principio para tener una base con la que ir trabajando para, luego, ir escuchando más ideas, ir leyendo artículos y libros que hablen de ello o ir viendo a otros padres solucionando conflictos evitando los cachetes, los gritos y los castigos.

1. ¿Lo ha hecho queriendo o sin querer?

Tu hijo acaba de hacer algo que no te gusta, te molesta o consideras que no está bien. Te planteas la posibilidad de castigarle, porque es lo que sueles hacer, o porque en esa situación la mayoría de padres harían eso (o cuando eras pequeño y lo hacías, a ti te castigaban). Pues bien, antes de hacer nada hazte esta pregunta: ¿Lo ha hecho queriendo o sin querer?

Los niños no son tan hábiles como lo somos nosotros y a veces intentan hacer las cosas por sí mismos. Si nosotros les echamos un vaso de agua seguro que todo el líquido cae en el vaso. Si ellos deciden hacerlo por sí mismos, seguro que parte cae en el vaso, parte en la mesa y parte en el suelo. Si es agua, se seca rápido, pero imagina que se ha echado leche o zumo. Da rabia, ¿eh? Todo el suelo pegajoso, salpicaduras por todas partes y fregona y trapo seguro durante un rato. Dan ganas de... pero no. No lo ha hecho queriendo. De hecho, estaba haciendo una de las cosas que más les gusta a los padres: ser independiente. Todos los padres quieren que sus hijos sean independientes, que pasen tiempo solos, que se entretengan con sus cosas sin tener que estar llamando a papá y mamá constantemente para todo. Pues bien, resulta que tiene que ser independiente y autónomo pero solo a ratos. Si es para echarse bebida, mejor que no lo sea. Pues va a ser que no, los niños se hacen autónomos para todo (así que somos nosotros los que tenemos que decirles "me encanta que intentes hacerlo solo, pero para echarte agua/leche/... avísame y te ayudo).

Haciéndonos la pregunta nos damos cuenta de que sólo quería beber, y por no molestar, o porque ha aprendido, ha decidido hacerlo solo. Sólo con esto debemos tener claro que no podemos castigarle.

La mayoría de cosas que nos molestan o exasperan las hacen porque no saben hacerlas mejor o porque no saben que están mal. Es normal, ellos llevan muy poco tiempo con nosotros. ¿Tu hijo tiene 3 años? Busca una foto tuya de hace tres años y date cuenta de que fue anteayer, que apenas has cambiado... pues tu hijo, por entonces, ¡ni siquiera existía! ¿Cómo va a saber en tan poco tiempo todo lo que está bien o mal?

2. ¿No será que espero demasiado de él?

Porque lo comparamos con otros niños, porque alguien nos ha dicho que con esa edad ya debería hacer tal o cual o ya no debería hacer tal o cual, porque acaba de tener un hermano y se ha hecho mayor de golpe, muchas veces les estamos exigiendo de más.

Va ligado con el punto anterior. Son niños, son pequeños y a veces creemos que han vivido lo mismo que nosotros o que, porque les hemos explicado algo una vez, ya tienen que controlar totalmente todas las situaciones. Debemos hacernos esta pregunta: ¿no será que espero demasiado de él? ¿No estarán nuestras expectativas por encima de sus posibilidades? Porque si es así viviremos un conflicto tras otro.

Llevan poco tiempo con nosotros, así que por ser nuevos en el mundo merecen paciencia infinita y mucho diálogo. No puede ser que tengamos más paciencia con los adultos que con ellos.

3. Si lo ha hecho queriendo, ¿por qué lo ha hecho?

Resulta que la respuesta a la primera pregunta no ayuda demasiado porque está claro que lo que ha hecho el niño lo ha hecho queriendo, con mala intención, tratando de molestar. Aquí muchos padres optarían por la silla de pensar, "vete a tu cuarto", "te has quedado sin postre" o el castigo que decidieran. O si está molestando, por eso de ignorarle: "no le hago caso, precisamente, porque está intentando llamar mi atención".

Pero no podemos quedarnos con el acto concreto, porque estaríamos trabajando a nivel superficial. Si tienes una humedad en el techo no la solucionas pintando, buscas de dónde sale agua porque si no, en pocos días, volverás a tener una mancha en el techo. Pues lo mismo, ¿por qué lo ha hecho?

Criar sin castigar 2

Puede ser porque está aburrido, porque se siente solo, porque te pide pasar tiempo contigo y no pasas el suficiente con él, porque siente que no le quieres, porque haciendo cosas malas es la única manera de que le hagas caso, porque... La causa es importante. Soluciona la causa y evitarás muchos problemas.

4. Huye

Cuando nos enfadamos, cuando perdemos la paciencia, cuando notamos que llegamos a nuestro límite, nuestro cerebro racional se desconecta, pero no es el único, el emocional también lo hace y entonces entramos en lo que más de una vez he definido como "modo automático", o lo que es lo mismo, entra en funcionamiento el cerebro reptil, el más primitivo, el que sólo tiene como función prepararnos para la huida o la lucha. Vamos, que sale lo peor de nosotros, los gritos, el "ya está bien", el cachete, las reacciones y decisiones en caliente. Es la lucha con nuestro hijo o hija. En ese momento no pensamos en que podemos hacerle daño físico o daño moral (el racional desconectado) y en ese momento no sentimos (el emocional desconectado) y no hay nada que pueda evitar el "automático" contra ese niño que en otras circunstancias nos comemos a besos inundados de amor.

Iniciamos la lucha porque sabemos que no podemos perder. El problema es que pierde nuestro hijo y, en cierto modo, perdemos nosotros. Si abusamos del automático nos acostumbramos a él y saltará cada vez más a menudo. Si usamos el automático, alejamos a nuestro hijo de nosotros. Le alejamos emocionalmente. Podemos conseguir que pierda la confianza en nosotros, y ninguna relación de amor o cariño necesita que los que la forman pierdan confianza el uno en el otro, sino todo lo contrario.

Por eso no luches, huye. Si ves que pierdes el control, si ves que puedes hacer algo de lo que te puedas arrepentir, huye. No afrontes todavía el problema. Respira hondo, no trates de educar a tu hijo en ese momento o de explicarle nada y haz lo mínimo mientras respiras hondo, cuentas hasta 10, 100 o mil y vuelves a controlarte.

Yo lo hago a menudo, mientras voy a por la fregona, el trapo, mientras arreglo el desaguisado. Me muevo, actúo, callado, como un autómata. Prefiero no decir nada a decirlo todo porque si hablara, ¡ay! si hablara.

Y luego, unos segundos o minutos después, le digo al niño qué pienso sobre lo que ha hecho o le insto a que solucione lo que ha hecho, con más calma. Un secreto: esto no me suele funcionar cuando se están pegando. No hay nada que me moleste más que verles haciéndose daño, y eso me hace actuar en el momento, sin darme tiempo a contar (les separaría igual, pero esperaría a calmarme para dar mis argumentos). Enseguida les digo lo poco que me gusta y que "no se hace daño a quien se quiere". Por suerte, mi modo automático es bastante light.

5. Pon remedio. ¿Cuál es la consecuencia real de lo que ha hecho?

Los castigos son consecuencias que los adultos inventamos ante un acto que no nos gusta: sin postre, sin tele un día, tantos minutos en la habitación, sin parque, etc. Cada padre o madre inventa la consecuencia según la gravedad del acto o según el momento del día, pues al mediodía, con más paciencia, el castigo es más leve que en la tarde noche, cuando estás más cansado y lo último que te apetece es tener que lidiar con algún problema similar.

Pero esto es un error. El niño puede no aprender porque no es capaz de realizar la asociación entre lo que ocurre y lo que ha hecho, básicamente porque la consecuencia puede ser siempre diferente y porque, en realidad, no tiene nada que ver una cosa con otra. ¿Qué tiene que ver que haya roto algo con que no pueda ver la tele?

Debemos tratar de ayudar a los niños a ver cuáles son las consecuencias reales de lo que han hecho. Si nuestro hijo ha roto algo, debe ver que está roto y, si se puede, arreglarlo con él. Si ha manchado algo, limpiarlo con él. Sí, con él. La consecuencia de mancharlo todo es que hay que limpiarlo y "yo te ayudo, pero ten en cuenta que vamos a perder un montón de tiempo limpiando, tú y yo. Podríamos estar jugando juntos, o leyendo un cuento, o haciendo algo más divertido, pero ahora tenemos que limpiar, y yo prefiero jugar, leer o hacer otra cosa".

Si ha hecho daño a alguien, explicarle que el otro niño está llorando, decirle "mira cómo llora el niño, no creo que quiera volver a jugar contigo" y ponerle en su lugar "imagina que estás jugando y viene otro niño y te pega. No te gustaría, ¿verdad? Pues a él tampoco le ha gustado".

Esas son las consecuencias reales de sus actos. Eso es lo que deben conocer y muchos niños no conocen porque son castigados con otras cosas sin saber el alcance de lo que han hecho. "Pídele perdón y nos vamos", dicen algunos padres. Pues "perdón", un beso, y nos vamos a casa. No, así no. Un día vi a un niño cascando a otro y, al decirle "no se pega" se acercó al niño, le dio un beso y se fue tan contento. Claro, le habían enseñado a solucionarlo así.

6. El mantra al que acudir cuando olvidemos todo lo demás

Criar sin castigos

Cuando pase el tiempo, cuando los cinco consejos anteriores se vayan oxidando, por lo que sea, y necesites volver a leerlos pero no sepas cómo volver a dar con ellos o no recuerdes ni dónde los leíste, recuerda esta frase: "Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite".

Es una frase que usa mucho la psicóloga Rosa Jové y cuyo origen es el libro de 'El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde' y que sirve para ayudar a cambiar el chip y entender que cuanto peor se portan, más nos están demostrando que peor lo estamos haciendo.

Fotos | Thinkstock
En Bebés y más | Cinco pasos básicos para criar en positivo y sin castigos, "Utilizar premios y castigos tiene unas reglas muy estrictas": entrevista a la psicóloga Teresa García, "Las consecuencias naturales no son castigos": entrevista a la psicóloga Teresa García (II),

Temas
Comentarios cerrados
    • interesante

      Qué bueno poder refrescar principios en medio de las vacaciones, cuando la convivencia es tan intensa y a veces no sabes cómo llegar a todos!!!
      Los porqués de las cosas...qué importante descubrir por qué hacen algo nuestros peques, antes de ignorarles sin más.
      Parece que se ha sembrado una corriente de gestos negativos de los padres a los hijos para poder educar y a veces uno siente que es blando o laxo porque falta un grito o un escarmiento...
      Necesitamos tanta paciencia!!! y el paso del tiempo para que ese cariño sin castigos ni azotes nos dé la razón ante la sociedad, las abuelas, la escuela, y a nosotros mismos...así que gracias por recordar.
      Para releer de vez en cuando y confiar!

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de monica1976 Respondiendo a monica1976

      ¡¡Gracias Monica!! Lo he escrito estos días porque es cuando más conflictos surgen. De igual modo que muchas parejas se separan tras las vacaciones, muchos padres conviven con sus hijos estos días y muchos están contando los días que faltan para que empieza el colegio. Una pena, pero es lo que hay, cuando las familias conviven surgen choques, problemas, conflictos, y con los niños también sucede. Y claro, si los solucionas a golpe de gritos, amenazas y castigos, pues ni los niños lo pasan bien, ni tampoco los adultos.

      Ojalá llegara a más gente y ojalá más gente creyera en que también se puede hacer de otra manera (y lo intentara poner en práctica... paciencia, cariño y diálogo).

    • Pues completamente de acuerdo con todos los puntos. Ojalá fuera tan fácil como parece cumplirlos, pero desgraciadamente, en mi caso nada más lejos de la realidad porque TODO se convierte en una pelea.

      Aparte de que mis hijas de 4 y 7 años se llevan fatal y no paran de pelear, cada cosa que hay que hacer se convierte en un desafío. No quieren desayunar, no quieren vestirse, no quieren salir a la calle, luego no quieren entrar, no hacen caso, una perra cada dos por tres... Les dedico muchísimo tiempo, las quiero, las beso y juego con ellas... pero también las grito y me desespero. No tendría tiempo suficiente para tener que dialogar con ellas cada vez que surge un conflicto porque no paran.

      Y mi marido tampoco ayuda, no para de echarme en cara lo mal que lo hago, la poca paciencia que tengo y los gritos que doy.

      Muchos días acabo llorando ¿esto era lo que tanto quería? ¿esto es la maternidad? ¿en realidad lo hago tan mal? ¿y si yo no sirvo para ser madre, si yo no tengo ese "instinto maternal"? ¿sólo me pasa a mi?

      Intentaré poner en práctica todos estos consejos y tratar de controlarme más a mi misma, por la felicidad de mis hijas y por mi propia salud mental.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de virguti11 Respondiendo a virguti11

      Que nooooo, si a mí me pasa lo mismo. Cuando están en casa no quieren salir, pero en casa se vuelven locos. Salimos, uno que quiere no sé qué, el otro no sé cuántos, el otro que no se quiere ir. Nos vamos todos, uno llorando porque se quería quedar solo en casa. Luego se lo pasa bien fuera y, como dices, no quieren volver a casa, pero hay que volver, entonces llora no sé cuál porque le pasa no sé qué... yo hay días que camino en modo autómata, como he comentado, porque parece que todo les está mal. Se pelean, se tiran de los pelos, yo me enfado, les separo, les meto el rollo, les explico: amor, cariño, paciencia. Ellos llorando... segundos después se están partiendo de risa jugando juntos y yo con mal cuerpo. Esto me indica que muchas veces, si no hiciera nada, lo arreglarían solos, pero no puedo dejar que se hagan daño físico, ni moral... así que les insto "habla, dile lo que te molesta, pero no le pegues" y se hablan a su manera.

      No, no estás sola, para nada. Esto es el pan de cada día en muchas casas, así que sí, esto es, en cierto modo, ser madre y padre. Tener paciencia mientras son locopequeños esperando a que crezcan y sean raromayores, porque luego los problemas cambian.

      Habla con el padre, anda, explícale cómo te sientes y dile que aceptas sugerencias y ayuda. Que te ayude a canalizar las pérdidas de paciencia para no pagarlo con ellas... sólo falta que te tuvieras que sentir sola!

    • Ay Armando, mi hija es un sol de 9 meses, muy alegre y activa, pero estoy todo el día con ella y a veces me sobrepasa. Su padre no me releva ni me comprende y estas últimas semanas lo pago con ella. Cuento hasta 100 pero aún así algún "Basta ya", he dicho y me siento fatal. Con el calor mama mucho de noche y no me deja dormir (tengo hematomas en la cadera de la postura) y soy un zombi malhumorado.
      Pero ella lejos de enfadarse se ríe cuando me enfado. Es tan risueña. .. Seguiré tus consejos.

    • Genial el artículo.
      Creo que debería mandárselo a mi madre porque cada vez que hablamos de crianza se piensa que le estoy echando mi crianza en cara, cuando lo que hago es exponerle la que yo he elegido para mi hijo.

      A estas alturas de la vida, sinceramente, no me importan las dos veces que mi madre me dio un bofetón, pero sí le he dicho que las razones por los que me los dió, me parecen una gilipollez. Su explicación es que era la manera de enseñarme cuándo debía yo tener cuidado porque era ELLA la que no podía más, así que el punto "Huye" me viene al pelo!

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de lita_nyan Respondiendo a lita_nyan

      Bueno, hace décadas pegar a los niños y castigarles era algo mucho más normal y habitual. Si ahora lo es, imagina entonces... yo de ti le diría, como mucho, que tú prefieres hacerlo así. Que llegue ella a conclusiones, pero que tampoco piense que se lo dices todo para criticar indirectamente cómo lo hicieron ellos ;)

    • El único momento del día en que me sale el "automático" es con la merienda del pequeño.
      Al pequeño le meto la fruta en la merienda porque sino se estriñe. Y con su hermana me pasó lo mismo y acabamos yendo dos años a revisiones en consultas externas de digestivo en el hospital, por un episodio de prolapso intestinal.
      Como no quiero repetir semejante experiencia, le meto mucha caña con que se coma la fruta. Alguna vez el pobre ha sangrado y todo al ir al baño. Así que cuando no quiere comerla me pongo nerviosa y si que le he sentado en la silla, pero conmigo, hasta que la come. Y le he reñido muchas veces. Y luego me siento fatal. Pero fatal, fatal. Cuando todo pasa me lo como a besos, aunque se que el daño ya está hecho: los gritos ya están dichos y el rato de sentarnos en la silla hasta que come también. Y no sé cómo hacerlo porque no me hace ni caso. Me da tanto miedo que tenga una obstrucción intestinal, un prolapso o cualquier cosa de esas.
      El es muy, muy escrupuloso y la fruta entera le da asco. No quiere ni siquiera tocarla. Creo que es por la textura y porque la siente húmeda. Así que seguimos con los purés de frutas.

      Todo lo demás lo llevo bien: las peleas de ambos, las cosas que rompe en casa, cuando pierde las llaves, me arranca las patillas de las gafas, me echa aceite por el suelo, mete las manos en el agua del váter etc, etc. Soy capaz de tener paciencia y amor.

      Pero lo de que no coma la fruta me pone los nervios de punta, me empiezo a imaginar lo que pasará y...

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de madrealacarga Respondiendo a madrealacarga

      Y si te pasas por el pediatra para que te indique algún laxante? Se le puede dar una temporada, que te ayudará a que el momento fruta no sea tan obligatorio y con menos presión pueda irla comiendo mejor. Eso y que no falte agua. Buen hidratado la caca será más blanca ;-)

    • Cerrar respuestas
    • Muchas gracias Armando y esceptica, le preguntaré sin falta al pediatra por lo que me apuntáis.

    • Avatar de madrealacarga Respondiendo a madrealacarga

      Pregúntale al pediatra por la suplementación con FOS(fructooligosacáridos). Son prebióticos, los venden en polvo para mezclar con un poco de agua o zumo. En niños, el efecto más importante es que las deposiciones son más blandas y más frecuentes.

      Otra posibilidad si ya toma lácteos es el kéfir que es como un yogur. Tiene un sabor fuerte pero a lo mejor le gusta.

      Y perdona mi atrevimiento pero es que es un problema que me toca muy de cerca.

    • loMil gracias por el post, lo he leído esta mañana a toda velocidad y ahora en este momento siesta no quería dejar de darte las gracias. El lunes en el trabajo me lo imprimo y se lo daré también a mi marido, porque son pequeñas técnicas que nos vienen genial, y especialmente me gusta la de Huye porque no siempre la paciencia
      llega. Y muy importante también tener cuidado con las consecuencias y que no sean castigos. Gracias!

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de iskandervv Respondiendo a iskandervv

      De nada! Me alegro de que os parezca útil ;)

    • Es tan complicado esto de ser madre!!! Yo tengo una niña de 26 meses que es mi vida. Es cierto que dejé de trabajar para dedicarme a ella en cuerpo y alma, y viendo ya a muchos niños en el parque, es la mejor decisión que he tomado en mi vida. Un niño requiere tiempo, luego tiempo y después más tiempo. Si a eso le sumas un poquito de paciencia lo tienes todo más fácil. Mi hija se siente segura y feliz porque disfruta de su madre las 24 horas del día y confía tanto en mí que cuando le digo que eso está mal o no se hace, no lo vuelve a repetir. Es cierto que me he dejado en el camino un futuro profesional y en consecuencia ingresos, pero educar a mi hija y ver sus comportamientos bondadosos, sin rabietas ni mala intención, no tiene precio.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de rocio.marques1 Respondiendo a rocio.marques1

      Tú lo has dicho: paciencia y tiempo. En realidad no hace falta mucho más ;)

      Y genial la valoración que haces de tu decisión. Un saludo!

    • Me ha servido mucho este post,se lo he enviado a mi marido por mail para que lo leyera,lamentablemente él ve la educación de nuestro hijo de manera diferente a la mía,aunque los dos hayamos sido criados a la antigua,yo intento seguir una crianza con apego..mientras que el papá se resiste jeje
      Gracias por los consejos.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de claudiamonzon Respondiendo a claudia monzon

      Todo es ir hablando y leyendo, viendo así que es posible hacerlo de otro modo y, ya no sólo posible, sino que es nuestro deber intentarlo, porque la educación autoritaria fue (es) muy dañina.
      ¿No te dice tu marido que el mundo está que da pena? ¿No ha perdido la confianza en gran parte de la sociedad? ¿No es de los que piensa que ya no te puedes fiar de nadie y que la gente es cada vez más egoísta? Pues somos fruto del autoritarismo... muchos son como son ahora porque lo pasaron tan mal que quedaron insensibles, y ahora les da igual los demás, que suficiente tienen con lo suyo. ¿El es diferente, buena persona? No digo que no, muchos salieron adelante a pesar de ello, pero somos como nos trataron y mirando como está España, no creo que la generación anterior pueda estar muy contenta con el trabajo que hicieron.

    • Lo primero y ante todo felicitarte por el artículo, completamente de acuerdo. Qué más quisiera yo poder hacerlo. Pero me cuesta, me cuesta mucho no castigar, no dar un cachete, y me cuesta porque veo que es la única forma de que me hagan caso. Sobre todo cuando hay un horario, por las mañanas, q llegamos tarde y deciden no desayunar.... seguro q es porque no tienen hambre, pero yo no puedo dejar que no desayunen, ni tampoco esperar el tiempo q ellas necesitan para que lo hagan. Entonces veo que corre el reloj, y me pongo nerviosa, y repito muchas muchas veces, venga desayunen!, y nada, seguimos jugando con el desayuno en la mesa, y cuando ya estoy de los nervios, y grito, y juro en arameo, hacen caso y desayunan. Se que no es la mejor forma, q con gritos pierdes toda la razón, q no grito a nadie, (ni a mi jefe, compañera, marido, etc) salvo a ellas, pero es que no veo otra forma. Y luego me siento fatal. Aunque siempre me digo, la próxima lo intento , Y vaya q si lo voy a intentar.
      Gracias por crear este espacio, donde todos podemos participar, desahogarnos, etc.
      Besos.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de patrikrist Respondiendo a patrikrist

      Pues venga, la próxima vez lo intentas. ¿Se llevan desayuno al colegio? Porque si es así puedes jugar con eso. Muchos niños no tienen NADA de hambre al despertar. Pues poco a poco vas jugando con ello. Empieza por tratar de que cenen ligero. Si cenan mucho por la mañana no tendrán mucha hambre. Mientras tanto, dales por ejemplo un vaso de leche acompañado de alguna galleta o cereal. Poca cosa, algo que sepas que sí se tomarán. Si la leche no entra, una galleta y medio vaso de zumo natural... ya digo, poca cosa. Y lo complementas con el almuerzo en el colegio. Poco a poco el desayuno se va haciendo más grande, el almuerzo más pequeño y la cena también. Poco a poco, semanas, meses. Ya hay estudios que desmitifican eso de que el desayuno es la comida más importante del día. Está bien comer al levantarte, pero si no tienen mucha hambre, basta con que coman un poquito y luego vayan comiendo cada 2-3 horas, haciendo así las 5 comidas diarias recomendables.

    • Cerrar respuestas
    • Releo este post, hoy, cuando me acaban de contar que otra madre lleva dos semanas sin permitir a su hijo de tres años y medio ir a la piscina porque ¡no quiere la leche para desayunar! Y le he dicho a mi madre ¿y no se da cuenta que no le está sirviendo para nada, que sigue sin tomarse la leche? Pero claro, dice esa madre que si no hace así "luego te toman por el pito de un sereno". Y ayer tuvo que darle una torta porque no quiso comer el bocadillo, sólo la fruta. ¿Y no se le ocurrirá pensar que todos los días no tienes el mismo hambre? En fin, que tampoco me sorprende de ella, pues cuando su hijo tenía ocho meses, sí, precisamente ocho meses, tuvo unos días que lloraba por las noches, y ¿cómo hizo para que dejara de hacerlo? Le cerraba la puerta de la habitación y se iba a la sala a ver la tele, y ya se le pasaría. De nuevo, mil gracias por explicarlo todo tan bien.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de iskandervv Respondiendo a iskandervv

      :_(

      Pobre crío... espero que en el futuro rompa con esa cadena de autoritarismo que se transmite de padres a hijos y lo haga mejor como padre que su madre con él.

    • ¿Como debo tratar a un niño de 3 años, cuando pretende "dominar" todas las situaciones, cuando no quiere hacer lo que se le indica y en general, cuando es tozudo y solo acepta lo que él decide?. La verdad estoy en un punto que no se que hacer...

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de rsguerra Respondiendo a rsguerra

      Pues mostrándole que no está solo. Que en la relación de padres e hijos no hay que obedecer ni los padres a los hijos, ni los hijos a los padres, sino llegar a consensos. Unas veces habrá que hacer las cosas porque son así "nos tenemos que ir" y otras veces podrá ser el niño el que tome decisiones "vamos a dar un paseo, ¿dónde te apetece ir?". Él decide porque siempre ha podido decidir, o porque ve que tiene el poder de hacerlo y le habéis dejado. Quizás simplemente está buscando vuestros límites, a ver a partir de qué punto empezáis a comportaros como sus padres. Explicar siempre las cosas como son, con respeto: "sé que quieres ir al parque, pero ahora tenemos que ir a casa de la abuela porque nos está esperando... si quieres luego podemos ir" o "si volvemos pronto quizás vayamos" o "si quieres podemos ir cantando alguna canción que te guste". Y recordarle que a veces sí hacemos lo que él quiere: "ayer hicimos lo que tú querías, te dijimos que sí... hoy somos nosotros los que decimos qué hacer".

      Echa un ojo a este enlace, creo que te ayudará: http://cuatroenlacama.blogspot.com.es/2008/04/el-concepto-del-continnum-aplicado.html

    • Cerrar respuestas
    • Acabo de leer el artículo que recomiendas del blog cuatrenlacama. Y me ha encantado. Impresionantes las reflexiones sobre cómo educar sin castigos y sin permisividad.
      ¡Criar con apego no está reñido con saber educar! Amamantar "a toda costa" no es amar más ni complacer en todo a los niños es quererles más.
      Y hay tanta confusión cuando una lee de crianza...
      Bueno, no me enrollo más: sin castigos y sin permisividad. Lectura obligada.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de monica1976 Respondiendo a monica1976

      Exacto... la gente cree que por dejar de pegar y dejar de castigar ya no hay nada que pueda hacer para educar a sus hijos, cayendo en la permisividad. La gente cree que en mi casa mis hijos dicen lo que toca hacer en cada momento. Pero es que no es así. Los padres hacemos de padres, y a veces tomamos decisiones que no les gustan un pelo, y a veces incluso lloran porque quieren hacer algo que no puede hacerse. Pues les explicamos por qué no pueden, y seguimos firmes en nuestra decisión (si es posible, lo hacen, claro). Anoche, por ejemplo, después de cenar, se lavan los dientes, hacen el pipí y nos vamos a dormir. Eran las once y media. Al mediano y al pequeño se les ocurre que es una gran idea comerse un helado, cuando ya estábamos todos acostándonos. Pues mira, ya nos hemos lavado los dientes, hemos apagado las luces y nos vamos a la cama. Dejad las cajas en el congelador que no es el momento. Los dos llorando porque les apetecía un montón. Pero es que "ya hemos cenado y os habéis lavado los dientes... mañana podréis comer el helado". Y entre lágrimas nos fuimos todos pa'la cama.

      Es un ejemplo como cualquier otro y lo cuento porque es reciente. Si yo fuera un padre permisivo les diría: "vale, comed un helado" y yo tendría que estar mirándoles hasta que esperaran para coger al pequeño y tratar de dormirlo (porque al pequeño aún hay que dormirlo). Pero no me apetecía, yo ya quería dormir y me parecía lógico, ellos también se iban a dormir. Otro día, si son las once y media y estamos todos despiertos, viendo la tele o lo que sea, pues no me importará que se coman un helado, pero ayer no era el momento.

      Ese es el tema, no caer en el autoritarismo, pero no caer en la permisividad: los niños necesitan padres.

    • Armando, que genial artículo, de verdad! Mira que me dan ganas de imprimirme unas 1000 copias y llevarlas a todas partes para repartirlas cuando empiecen a cuestionar los opinólogos =)

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de amandamayagzz Respondiendo a amandamayagzz

      Jajaja, bueno, aun cuando lo hicieras, no creo que les hicieras cambiar de opinión. A veces basta con un "yo nunca les he castigado... siempre he buscado una manera más lógica de educarles", o similar. Ellos en sus trece, tú también.

    • Definitivamente mi comentario no solo es positive, es positívisimo, me encantaría poder seguir recibiendo estos artículos, servirán de mucho para la correcta formación de mis nietas, Gracias

    • Armando el artículo genial. Yo tengo una nena de 2 años y medio y le dedico todo el tiempo y atención posibles, pero de vez en cuando, muy de vez en cuando, se pone insoportable. Lo de huir es imposible porque el papi trabaja duro para que yo no tenga que hacerlo los primeros años de la peque. Tampoco tenemos a nadie, así que cuando llega ese momento, se lo explico tres veces y no hay manera y sé que no se aguanta ni ella, me enfado y la ignoro. A mí me funciona. No le gusta nada verme enfadada y viene y me pregunta porqué estoy enfadada. Le digo que cuando deje de llorar y se porte bien se lo explico. Al ratito viene sin llorar y dialogamos. Es mi experiencia personal y lo prefiero antes de pasar a mayores. Un beso y enhorabuena por tu trabajo.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de rocio.marques1 Respondiendo a rocio.marques1

      Gracias Rocío. A ver, de igual modo que ella tiene derecho a enfadarse, tú también lo tienes. Lo importante es comunicarlo, expresarlo, que sepa por qué estás así, que es lo que ya haces, así que perfecto.

      En el fondo, en eso se basan las relaciones personales, en hablar, dialogar, explicar por qué nos sentimos mal, etc.

    • Hola queria preguntar que hacer cuando uno no soporta el llanto del niño por cualquier cosa, es decir, me pasa que trato de ser paciente pero cuando llora y sé que no necesita nada (pañal limpio, comida, juguetes, etc)y llora sin parar el llanto me resuena en los oidos y ya no quiero escuchar y le grito, lo peor es que despues me siento culpable y arrepentida y me da muchisima pena y quiero cambiar esa ira que me agarra y poder entenderla, no se que hacer! porfavor les pido ayuda! gracias

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de estudio.gea Respondiendo a estudio.gea

      Si no necesitara nada no lloraría. Llora porque necesita algo. Quizás sea hambre, quizás sea el pañal, quizás sea sueño, quizás sea ganas de cariño, necesidad de que le cojáis. Quizás le cogéis y sigue llorando... ¿podría tener reflujo? ¿alguna intolerancia alimentaria? ¿cólicos?

      Hay una razón para ese llanto. Seguro. Si no, no lloraría.

      Empezando por entender que le pasa algo, la necesidad de calmarle se acompañará de eso, de ganas de hacerle sentir bien, y así es más difícil que pierdas la paciencia, precisamente porque sabes que sufre y que no lo hace para molestar.

      Por otro lado, trata de hacer algo... ponte tapones, si quieres, mientras le atiendes, si eso va a hacer que te moleste menos el llanto en los oídos. Y pide ayuda a alguien para que te haga relevos. Cuando sientas que no puedes más y que vas a gritarle, o que te entras ganas de hacer algo terrible, pide ayuda. Alguien que te coja al bebé y te dé un respiro. Y si no hay nadie, vale más que lo dejes un momento en la cuna llorando, antes que seguir con él en brazos, a riesgo de que le hagas daño (no me malinterpretes, pero cuando se está muy cansado y el estímulo que molesta persiste, podemos llegar a explotar y hacer cosas de las que podríamos arrepentirnos, como sacudir al niño...).

      Un saludo y mucho ánimo!!

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información