El embarazo es un proceso extraordinario en la vida de una mujer y lleno de cambios fisiológicos, anatómicos y emocionales. Ya hemos comentado que reduce el estrés, rejuvenece a la mujer y hasta cambia positivamente el cerebro. Y además es el momento en que una se vuelve más intuitiva, sensible, abierta y receptiva. La naturaleza lo ha dispuesto así.
Es una pena que el ritmo frenético actual también afecte a las mujeres embarazadas impidiéndolas disfrutar de este periodo mágico y todos sus beneficios.
Pero afortunadamente existe una técnica milenaria que nos permite tanto mejorar físicamente como relajarnos y tomar consciencia de todos los mensajes del embarazo: el yoga.
Yoga significa unión. ¿Acaso existe otro momento en la vida en que estamos más unidas a otro ser vivo? En estos 9 meses somos dos cuerpos, dos mentes, dos corazones y dos almas. Comemos lo mismo, respiramos lo mismo, pensamos lo mismo y ya sabemos que lo que siente la madre también afecta al bebé.
¿Cuáles son algunos de los múltiples beneficios del yoga en el embarazo?
- Mejora la postura corporal y ayuda a prevenir dolores de espalda como la ciática y trastornos como las hemorroides y vómitos
- Ayuda a reducir la presión y el peso que supone el embarazo. Muchas mujeres dicen que salen de las clases llenas de energía y que duermen mejor que nunca
- Contribuye a eliminar la sensación de fatiga, la tensión nerviosa y asegura al feto una mayor oxigenación
- Aumenta la conciencia del suelo pélvico y del periné tonificando los esfínteres y también se trabaja la apertura y flexibilidad de la pelvis con las diferentes posturas/asanas
- Ayuda a ganar seguridad y tranquilidad frente al momento del parto. El parto perfecto no se puede asegurar, pero con el yoga la mujer puede ser más consciente del momento y no dejarse vencer por el miedo irracional
- Y sobre todo, es un momento de conexión única entre madre y bebé. A través de la respiración la mujer se conecta con su propio cuerpo, pero también con su bebé, que se mece rítmicamente con cada ciclo respiratorio
Durante el primer trimestre no está recomendado el inicio de ninguna actividad nueva porque es un momento extremadamente delicado. Pero si ya se ha practicado yoga en los meses previos al embarazo y la mujer se encuentra bien, no hay motivo alguno para interrumpir la práctica del yoga. En cualquier caso es mejor consultar con un profesional y con el médico.
Siempre se evitan las posturas que compriman el vientre, se recomienda no forzar el cuerpo y que cada posición se realice con comodidad.
Por tanto, con yoga y con los ejercicios que hemos recomendado para conectar con el bebé y aumentar nuestra creatividad en el embarazo, podemos convertir estos meses en un gran periodo de enriquecimiento personal que seguro que nuestro hijo nos agradece muchísimo. Tanto que luego tendremos que practicar yoga-baby con él/ella.
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