El Comité de Bioética de España, organismo consultivo del Ministerio de Sanidad, vuelve a encender el debate de la maternidad subrogada. Ha elaborado un informe de 92 páginas en el cual deja expresamente claro que rechaza la maternidad subrogada en nuestro país, y va más allá: también pide que se prohíba esta práctica en todo el mundo.
El vientre de alquiler o maternidad subrogada es una práctica que no está legalizada en España, por lo que unas mil parejas al año viajan a otros países en los que está permitida (como Rusia, Estados Unidos, México, India o Ucrania) para cumplir su sueño de ser padres.
En sus conclusiones, el informe del Comité de Bioética realizado por doce expertos durante seis meses, señala:
"El deseo de una persona de tener un hijo, por muy noble que sea, no puede realizarse a costa de los derechos de otras personas. Todo contrato de gestación por sustitución entraña una explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor; por tanto, no puede aceptarse por principio".
El organismo propone declarar ilegales los contratos que se realizan ahora mismo en el extranjero y sancionar a las agencias de la maternidad subrogada que ponen en contacto a los padres con las madres subrogadas. Los tres criterios que proponen son los siguientes:
1.ª Dotar de verdadera eficacia legal a la nulidad de esos contratos, de manera que resulte aplicable también a los celebrados en el extranjero, para lo que podría considerarse la posibilidad, entre otras medidas legales, de sancionar a las agencias que se dedicaran a esta actividad.
2.ª Promover a nivel internacional un marco común regulatorio que prohíba la celebración de contratos de gestación, en garantía de la dignidad de la mujer y del niño.
3.ª Asegurar una transición segura que evite que queden desprotegidos los niños resultantes de los procesos de maternidad subrogada internacional en los que pueden estar inmersos actualmente varios españoles. Para ello puede garantizarse que su filiación en el extranjero se realice conforme a la doctrina establecida por el Tribunal Supremo.
Tampoco en el resto del mundo
No se limita con hacer una recomendación en el territorio español, sino que insta a España a liderar una batalla internacional para poner fin a los contratos de subrogación en el mundo. Para muchos suena utópico, aunque es una recomendación que el gobierno no está obligado a asumir.
"Las propuestas regulatorias que se manejan y las experiencias de otros países son claramente deficientes en la tutela de la dignidad y de derechos de la gestante y del menor".
Eterno debate
En España hay un amplio debate a favor y en contra de los vientres de alquiler. Una de las paradojas es que aunque no está legalizada, una pareja que haya recurrido a un vientre de alquiler puede inscribir su bebé en el Registro Civil. Una situación que hace urgente un marco legal para esta práctica tan controvertida.
Uno de los autores del informe, Carlos María Romeo Casabona, ha emitido un voto particular en el que no descarta la posibilidad de legalizar los vientres de alquiler siempre que se haga de manera altruista, es decir sin mediar intercambio económico.
"Me cuesta admitir que no pueda haber mujeres no emparentadas capaces de un gesto solidario relevante", y admite que el documento no resuelve el problema de "un asunto tan complejo".
Según la presidenta de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa), María Dolores Lozano, los niños que llegan a España nacidos por maternidad subrogada o "vientre de alquiler", superan los 1.000 al año, una cifra que está registrando un aumento en los últimos años coincidiendo con el descenso de la adopción internacional.
Por un lado, están los partidarios de legalizar esta práctica en España. Organizaciones como la Asociación por la Gestación Subrogada en España, buscan una regulación garantista que proteja escrupulosamente los derechos de todas las partes implicadas en este proceso.
Por el otro, tenemos campañas como "No somos vasijas" y otra a nivel mundial, llamada Stop Subrogacy Now en contra de los vientres de alquiler, que sostienen que se aprovecha la necesidad de las mujeres con bajos recursos para explotarlas económicamente.
Desde luego, es un asunto que levanta espinas por su complejidad ética. El informe del Comité de Bioética de España ha dado su opinión al respecto, veremos si el Congreso se apoya en él o no a la hora de decidir el futuro de la gestación subrogada en nuestro país. ¿Vosotros qué opináis?
Más información | Comité de Bioética de España
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