"Estoy embarazada y siento que me falta el aire": por qué me ocurre y cuándo consultar con el médico

"Estoy embarazada y siento que me falta el aire": por qué me ocurre y cuándo consultar con el médico
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Durante el embarazo, la función respiratoria de la mujer se ve afectada por diversos factores, como la acción de las hormonas y la alteración de la posición del diafragma al aumentar la posición del útero. Esto provoca una sensación de falta de aire y fatiga que se hace más notable en el tercer trimestre.

Te explicamos con detalle por qué se produce esta molestia y cuándo es recomendable consultar con el médico.

Disnea de la embarazada

disnea

A la sensación de falta de aire durante el embarazo se le denomina 'disnea de la embarazada', y según la Fundación Argentina de Tórax se calcula que se presenta en un 60-70% de las embarazadas, especialmente antes de la semana 19 y partir de la semana 31 de gestación.

Aunque las causas de la disnea fisiológica durante el embarazo no se conocen con precisión, parece tener que ver con el aumento de la progesterona  y una respuesta excesiva de los receptores químicos periféricos y centrales, que inducen una ventilación muy superior a las demandas metabólicas reales.

A menudo también se asocia la falta de aliento a los cambios mecánicos que se producen por la expansión abdominal -especialmente a partir de la segunda mitad del embarazo-, que hace que los músculos respiratorios se debiliten debido a la elevación del diafragma, disminuyendo la capacidad de expansión de la caja torácica.

Es importante mencionar que aunque se trata de un síntoma molesto, la disnea fisiológica de la embarazada no entraña riesgos para la salud del bebé, pues es una molestia leve y pasajera que no repercute en el nivel de oxígeno que le llega a través de la placenta.

Síntomas de disnea en la embarazada sana

La disnea fisiológica en la embarazada sana se produce de forma gradual (es decir, a medida que aumenta el embarazo) y sus síntomas son leves. Además, no se manifiestan con la misma intensidad siempre, ni es una sensación constante.

Es muy común que esta falta de aire se presente cuando la embarazada está sentada, pues deja caer su peso sobre el abdomen y esto comprime aún más el diafragma. Pero también es muy probable que sienta que le falta el aliento cuando realiza ejercicio físico durante la última etapa de la gestación, ya que, como hemos visto, el volumen de la tripa puede dificultar la expansión de la caja torácica.

Es importante mencionar que aunque se trata de un síntoma molesto, la disnea fisiológica de la embarazada no entraña riesgos para la salud del bebé, pues es una molestia leve y pasajera que no repercute en el nivel de oxígeno que le llega a través de la placenta.

Cómo combatir la "falta de aire" en el embarazo

falta de aire en el embarazo

Aunque se trata de una molestia puntual, si en algún momento sientes que te falta el aire puedes poner en práctica los ejercicios de respiración profunda y consciente que enseñan en los cursos de preparación al parto.

También las técnicas de relajación, cambiar de postura (por ejemplo, levantarte si estás sentada), caminar, descansar y recostarte sobre el lado izquierdo pueden ayudarte a mejorar.

Cómo diferenciar la disnea del embarazo de otros problemas respiratorios

Aunque la disnea fisiológica durante el embarazo es completamente normal y sucede con mucha frecuencia, es recomendable que lo hables con tu médico o matrona para asegurar que todo marcha bien.

Igualmente, es importante diferenciar esta molestia común de otros problemas de salud que podrían presentarse durante el embarazo y que requieren de atención médica urgente.

Así, por ejemplo, si se presentan algunos de estos síntomas asociados a esa "falta de aire" que venimos mencionando, es necesario consultar con el médico:

  • Problemas respiratorios de inicio brusco, progresivo y severo.
  • Palpitaciones, debilidad, temblores o mareos.
  • Presencia de tos asociada a la falta de aire o que empeora por la noche.
  • Notarse "ruidos" en el pecho, sibilancias o ronquidos.
  • Palidez facial o labios decolorados o azulados.
  • Si la disnea se acompaña de un dolor o presión en el pecho, fatiga constante o interfiere en la realización de las actividades cotidianas.
  • Si además de disnea aparecen otros síntomas asociados al COVID, como fiebre, tos o dolores de cabeza.


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