Las vacaciones estivales ya están aquí, y en apenas unos días nuestros hijos podrán disfrutar de un merecido descanso tras un año duro, atípico y emocionalmente intenso. Es tiempo de descansar y pasarlo bien, pero el verano también ofrece a los niños la oportunidad de seguir aprendiendo desde el juego, la exploración y la motivación.
Si necesitas ideas o planes para hacer con tus hijos este verano, los expertos de British School of Valencia nos comparten una serie de actividades para niños de diferentes edades con objeto de incentivar su aprendizaje, fomentar su imaginación y sobre todo, divertirse.
Escuelas de verano o campamentos
Psicólogos infantiles y pediatras ya han advertido que este año los campamentos de verano son más necesarios que nunca, pues tras un año marcado por el distanciamiento social, los grupos burbuja y las actividades encorsetadas, los niños necesitan jugar al aire libre, desarrollar sus habilidades sociales, hacer nuevas amistades y seguir aprendiendo desde la libertad y el juego.
Aunque es posible que a causa de la pandemia la oferta de campamentos y escuelas de verano no sea tan amplia como otros años, todavía estás a tiempo de informarte sobre el campamento que mejor se adapte a las necesidades y gustos de tu hijo. Los hay con pernocta, temáticos, al aire libre, en la naturaleza, para practicar un segundo idioma...
Actividades para ganar independencia y autonomía
Los psicólogos alertan de que este año los niños más pequeños han perdido cierta autonomía, pues las circunstancias que los padres hemos vivido al tener que compaginar teletrabajo, crianza y educación a distancia en algunos momentos, nos ha llevado a hacer las cosas por ellos para agilizar las tareas e ir más deprisa.
Pero en verano no hay prisas ni rutinas a contrarreloj, por lo que las vacaciones se convierten en el mejor momento para fomentar la autonomía de nuestros hijos ayudándoles a recuperar o aprender nuevos hábitos. He aquí algunas sugerencias:
- Ir al supermercado juntos a hacer la compra
- Cocinar en familia
- Fomentar su independencia en el vestir y permitir que elijan su ropa
- Pedirles su colaboración a la hora de realizar tareas domésticas, siempre teniendo en cuenta su edad.
Fomenta la lectura
La lectura nunca debería ser una actividad obligada, sino todo lo contrario. Leer es fuente de placer, es diversión, es viajar sin moverse del sillón, es dejar volar la imaginación... ¡es aprender! Por eso, no se puede concebir un verano sin libros con los que disfrutar.
Si son pequeños o no tienen el hábito lector demasiado interiorizado, podemos leer con ellos cuentos cortos y sencillos para su edad, haciendo que participen con nosotros para que poco a poco, vayan cogiendo soltura. De esta manera, cada día que pase, irán leyendo un poco más ellos solos sin necesidad de que les ayudemos.
Si son más mayores podemos animarles a inventar sus propias historias, redactarlas e un papel y después compartirlas con el resto de la familia. Es una forma divertida de practicar la escritura y la expresión oral, además de disfrutar del tiempo juntos.
Fomenta la escritura
Para los peques que han aprendido este curso a escribir os recomendamos hacer con ellos manualidades de letras, trabajar con letras manipulativas para formar palabras, escribir con el dedo en tableros sensoriales de estilo Montessori, hacer pasatiempos y actividades sencillas como crucigramas, palabras encadenadas, juegos de palabras escondidas...
En el caso de los mayores podemos proponerles hacer un álbum de recuerdos del verano, escribir postales o cartas a sus seres queridos, comenzar un diario, escribir una obra de teatro para representarla después con amigos y familiares...
Todas estas actividades, además de resultar muy divertidas, estimulan la creatividad e imaginación de los niños, les ayudan a adquirir nuevas habilidades y refuerzan su aprendizaje en el área de la lectoescritura.
Elige juegos educativos para amenizar los viajes
Si este verano tenéis pensado hacer un viaje largo por carretera, seguro que tus hijos no tardarán en demasiado en preguntar aquello de "¿cuánto falta para llegar?". Y es que los viajes en coche pueden suponer un verdadero reto para los más pequeños, al no poderme mover ni jugar libremente.
Para que los trayectos resulten divertidos y educativos al mismo tiempo, os compartimos algunas ideas que pueden resultaros útiles:
- Juego de las palabras encadenadas, para trabajar la agilidad mental, ampliar el vocabulario, repasar la ortografía y poner a prueba la creatividad.
- Juegos con números: cálculo mental, descomposición de un número con varias cifras, leer matrículas de los coches que pasen y sumar sus cifras.... * Practicar el inglés con juegos sencillos como "simón dice" o "veo veo", cantar canciones, recitar el abecedario...
- Practicar la agilidad y fluidez verbal con juegos de trabalenguas y rimas.
Tiempo para aburrirse... ¡y crear!
Pero los padres no nos podemos obsesionar planificando la agenda de nuestros hijos en vacaciones para que se diviertan a cada instante y no se aburran ni un segundo. Aunque en algunos momentos el clásico "¡mamá, me aburro!" puede llegar a desquiciarnos, es importante saber que el aburrimiento es sano y beneficioso para los niños, pues les ayuda a poner a prueba su creatividad y sacar al genio que llevan dentro.
En cualquier caso, si necesitan un empujoncito para salir del aburrimiento, podemos proponerles actividades con disfraces, representaciones teatrales, juegos de roles e imitación, juegos de construcciones, manualidades, experimentos caseros, juegos que les permitan explorar en la naturaleza, juegos sensoriales...