El Gobierno de Nepal solicita que no se les envíe leche artificial ni alimentos para bebé
Una de las cosas que más me sorprendió cuando, hace unos años, ocurrió una catástrofe en Gaza (una de tantas que azotan al mundo cada cierto tiempo) fue que se solicitó que no se enviara leche artificial para los bebés. "Pero si están en situación de crisis y hambruna, ¡salvará muchas vidas!", pensé yo.
Esto que pensé es, seguro, lo mismo que muchos estaréis pensando ahora al leer que el Gobierno de Nepal (sabréis que fueron víctimas de un terremoto que les ha dejado en una situación dramática) ha pedido, a través de un comunicado oficial, que no se les envíe leche artificial ni alimentos para bebés de hasta 2 años. ¿Por qué? Ahora mismo os comento dicho comunicado y entenderéis las razones.
El comunicado se hizo público hace poco más de una semana y está corriendo por la red con el fin de evitar que ninguna marca de leche artificial y alimentos de bebé, que ninguna ONG y que nadie con buenas intenciones envíe alimentos de bebé.
Se calcula que son ya más de 8.000 las víctimas por el terremoto y cerca de 1,5 millones de personas las que están necesitadas de alimento, entre las que se incluyen los bebés. Se solicita, obviamente, toda ayuda posible para esas personas, pero no para los bebés, y no es que no quieran salvarles la vida, sino todo lo contrario: lo hacen para salvarles la vida.
Tal y como nos explican en dicho comunicado, los bebés y niños hasta 2 años son los peor parados en situaciones de emergencia y de desastres naturales. La mortalidad aumenta por culpa de las enfermedades infecciosas que no llegan a superar y por culpa de la diarrea, que les deja terriblemente deshidratados y desnutridos. Ante esta situación lo ideal es lograr que estén bien alimentados e hidratados y alejarles de las fuentes de infección. Por eso en una situación así se aboga por la lactancia materna como alimento ideal.
¿Lactancia materna porque es mejor?
Sí y no. Sí, claro que es mejor y claro que en una situación así lo ideal es leche materna, pero en caso de que el bebé corra peligro, ¿por qué no darle leche artificial? En caso de emergencia, obviamente, si no hay leche humana se le da al bebé leche artificial, pero se hace de manera controlada, en un lugar en el que se puede asegurar la salubridad del agua y de los biberones. Las madres no deben recibir leche artificial ni comida de bebés porque no tienen manera de prepararla y dársela a los niños sin ponerles en riesgo.
Se suele pensar que en una situación así, de estrés y de mala alimentación, las madres no podrán amamantar a sus hijos. Para ayudarlas y ayudar a todos los bebés, con buenas intenciones (o quizás no con buenas intenciones, porque hace años se les pidió a los fabricantes que la enviaran en botes sin etiquetas, para que no se supiera el fabricante y no se hiciera publicidad encubierta y éstos rechazaron esa posibilidad en plan "o se ve la marca bien clara, o no envío nada"), se tiende a donar fórmulas infantiles, otros productos lácteos y alimentos para bebé. La realidad es que el estrés puede afectar al flujo de leche materna, pero no a la producción, y el flujo se restaura en cuanto madre y bebé tienen un momento y un espacio para estar juntos (si así no fuera, si la leche materna dependiera del total bienestar de las madres, probablemente ninguno estaríamos aquí y ya nos habríamos extinguido), sintiéndose arropados y seguros.
En cuanto a la calidad de la leche, se sabe que la leche de una mujer malnutrida puede alimentar perfectamente a su bebé, pero para evitar dicha situación, para que las madres puedan cuidar bien de sus bebés, deben recibir alimento y líquidos que protejan su salud y bienestar y así, de rebote, se protege también a los hijos. Vamos, que en realidad, son las madres las que necesitan alimento y agua para tener una nutrición adecuada.
Siempre reciben demasiado
Según explican, en situaciones de emergencia llegan demasiados productos para bebé, y estos les acaban poniendo en riesgo porque, como hemos dicho, las madres no tienen muchas veces acceso a agua potable o no tienen manera de limpiar adecuadamente los utensilios con que preparar y dar los alimentos al bebé. No es que no acepten dichos alimentos, sí se aceptan de manera controlada, el problema es que muchas veces llegan sin haber sido solicitados, sin control alguno por parte del receptor. Los que sí cogen, los que sí usan, son aquellos que utilizan para alimentar a los bebés que están en situación excepcional, que no pueden o no deben ser amamantados. A estos bebés, bajo un estricto control y supervisión de las condiciones higiénicas, se les alimenta con leche artificial.
Si no lo hicieran así...
Si no lo hicieran así, si permitieran el acceso de las madres a la leche en polvo y los alimentos de bebé, muchas madres que podrían amamantar a sus bebés optarían por alimentar a sus bebés con dichos alimentos ("los de los países ricos nos mandan esto para ayudar a nuestros bebés, ¡qué gente tan amable! No podemos obviar esta ayuda"). Esto pondría a sus hijos en riesgo de infección y diarrea.
Además, es inadmisible que las marcas aprovechen situaciones así para intentar hacer promoción de los productos, así que el gobierno avisa de que no habrá carteles ni avisos de que se administrarán dichos alimentos. En caso de que los bebés realmente lo necesiten, trabajadores de salud o de la comunidad se encargarán de explicar claramente a los padres cómo deben darlo a sus bebés y cuáles son los terribles riesgos de hacer un uso inadecuado.
Así que lo que están haciendo es intentar ofrecer a las madres protección para que puedan cuidar y alimentar adecuadamente de sus hijos, solicitar ayuda a personal calificado o voluntario para apoyar a las madres y ayudarles en cuanto necesiten y ofrecerles ayuda para gestionar los posibles problemas de lactancia con el objetivo de lograr que el máximo número de bebés tomen pecho. En caso de no sea posible o cuando los bebés no tienen a sus madres, intentar otras maneras de amamantar a los bebés, como por ejemplo a través de una nodriza.
Por eso, desde el Gobierno de Nepal, solicitan a todos los implicados en la financiación, planificación y ejecución de la respuesta de emergencia que tengan en cuenta esto, que lo primordial para los bebés, ahora mismo, es que reciban leche materna de sus madres y, por lo tanto, que no dediquen recursos a enviar alimentos de bebé en mayor cantidad de la requerida por ellos mismos.
¿De verdad las marcas envían leche para hacerse promoción?
Sí, claro que lo hacen. No sé si todas, una minoría o la mayoría, pero lo hacen, y no es algo de ahora. Llevan décadas con ello y solo el Código de Sucedáneos de la Lactancia Materna, redactado en 1981, logró mitigar un poco el efecto devastador que estaba teniendo la leche artificial en los bebés, con millones de muertes cada año como consecuencia de deshidrataciones, malnutriciones e infecciones.
¿Qué por qué hacen algo así? Fácil: ¿cuántos bebés nacen cada año en esos países? Millones. Por eso no lo hacen solo en caso de catástrofe, sino siempre. Tratan de llegar a cualquier parte, con regalos, engaños y todo lo que puedan hacer con tal de lograr que los padres compren la leche artificial, aun cuando una lata les suponga gran parte del dinero que tienen. Durante muchos años las muestras llegaban a los profesionales que, en muchos casos, cuando no tenían una solución clara para un problema de lactancia, daban muestras, biberones, tetinas y todo lo necesario a las madres para que le dieran suplemento a los bebés. Las madres, viendo que la solución de los médicos a su problema era un bote de leche, consideraban que era una solución factible y deseable ("si me lo da el médico, será que es bueno") y acababan por dar leche artificial a sus hijos. Sin agua potable muchas veces, sin manera de calentar el agua, sin poder limpiar bien los biberones y sin medios para comprar más (y haciendo durar cada lata más de lo recomendable, dando leche aguada), los niños llevan muchos años desnutriéndose y muriendo por culpa de las ganas de ganar dinero de las multinacionales fabricantes de leche artificial.
Esto no lo dicen, claro, desde el Gobierno de Nepal. Esto lo digo yo porque es indignante: nadie, ni las madres ni los médicos deberían nunca recibir ningún tipo de muestra de leche artificial (y sin embargo las recibimos). De hecho, ni siquiera deberíamos recibir visitas de comerciales de leche artificial y a mi Centro de Atención Primaria vienen a menudo. Y si aquí en el primer mundo no debería suceder, imaginad en el tercer mundo, donde el ser amamantado o no puede hacer la diferencia entre vivir o morir.
Más información | Comunicado del Gobierno de Nepal
Foto | ActionAID
En Bebés y más | La lactancia materna en un país en crisis humanitaria, La alimentación y la lactancia de los niños de Haití, Se aconseja no enviar leche de fórmula a Gaza