Para esas tardes en las que no se nos ocurre ninguna idea original para entretener a los niños, he encontrado un experimento muy sencillo de realizar que les encantará. A mí me ha dejado bastante asombrada, ya que desconocía los poderes mágicos del Fairy.
Sólo se necesita llenar un bol con leche, colocarle unas gotitas de colorante alimentario, un chorrito de detergente para vajilla y sentarse a admirar la danza de colores que se produce.
Para ver cómo se hace podéis seguir los pasos del vídeo y escuchar la música que ayuda mucho a mejorar el efecto.
Vía | Parentdish