Los puzzles, ese juego que seguro no falta en casa de ningún niño. Y es que se trata de una actividad educativa que también puede convertirse en juego. Resolver un puzzle requiere concentración, paciencia, habilidades de observación y razonamiento lógico.
Al terminarlo, el niño puede obtener una sensación de logro y satisfacción. Además, los puzzles son populares en todas las edades, proporcionan numerosos beneficios psicológicos y contribuyen al desarrollo integral de los niños. Te contamos qué nueve beneficios psicológicos y cognitivos tiene, para los niños, hacer puzzles.
Nueve beneficios psicológicos y cognitivos que tiene para los niños hacer puzzles
1. Mejoran las habilidades visoespaciales
Las habilidades visoespaciales son un conjunto de capacidades cognitivas que juegan un papel fundamental en la forma en que interactuamos con el entorno y en cómo procesamos la información visual. Cuando resuelven un puzzle, los niños trabajan:
- La percepción visual: es la capacidad de interpretar y comprender la información visual que reciben a través de los ojos.
- La orientación espacial: la habilidad de comprender la relación entre objetos y direcciones en el espacio. Implica entender conceptos como arriba/abajo, izquierda/derecha, adelante/atrás y la capacidad de navegar y ubicarse en el entorno.
- La coordinación ojo-mano: la habilidad de usar la información visual para guiar y controlar los movimientos de las manos y los dedos; en este caso, para ir formando el puzzle.
- El razonamiento espacial: la capacidad de visualizar y manipular mentalmente objetos y formas en el espacio sin necesidad de tenerlos físicamente presentes.
- El reconocimiento de patrones: la capacidad de identificar y entender relaciones y estructuras visuales recurrentes en las imágenes o en el entorno.
- La visualización espacial: la capacidad de formar imágenes mentales y representaciones visuales de objetos o situaciones que no están presentes físicamente.
2. Potencian el razonamiento lógico y el pensamiento crítico
Los puzzles requieren que los niños piensen y resuelvan problemas (ya que el puzzle es, en sí mismo, un reto, un "problema a resolver"). Al encajar piezas y resolver el rompecabezas, mejoran su capacidad de razonamiento lógico, buscando qué pieza falta en cada momento para completar el puzzle. Con estas acciones también desarrollan el pensamiento crítico, que les hace escoger unas piezas y no otras.
3. Mejoran las habilidades motoras
Por otro lado, manipular las piezas del puzzle ayuda a los niños a desarrollar las habilidades motoras finas (psicomotricidad), lo que es importante para actividades como escribir, abotonarse la ropa y otras tareas que requieren destreza manual. Si además las piezas son pequeñas y el grado de precisión exigido más grande, el trabajo es aún mayor.
4. Les hacen trabajar diferentes tipos de atención
Con los puzzles los niños también trabajan la atención sostenida (concentración), que les permite estar X tiempo haciendo el puzzle, así como la atención selectiva (la que les permite fijarse en un estímulo en concreto obviando los demás; en este caso, a la hora de buscar una pieza en cuestión para ir avanzando la imagen).
5. Mejoran la paciencia
Como decíamos, resolver un puzzle puede ser un desafío, lo que implica que los niños necesiten concentrarse durante períodos más largos (la llamada atención sostenida, ya explicada) y a su vez desarrollar la paciencia mientras trabajan en la solución. Así, desarrollan también la paciencia, necesaria para concentrarse y no frustrarse con facilidad.
6. Activan la memoria de trabajo
Otra habilidad cognitiva que trabajan los niños haciendo puzzles es la memoria de trabajo, es decir, aquel tipo de memoria que permite mantener en la mente los elementos que necesitamos para realizar una tarea mientras la estamos ejecutando.
En este caso, ponen en práctica este tipo de memoria porque mientras buscan las piezas que faltan para formar la imagen, deben retener la imagen en su mente.
7. Estrategias de resolución de problemas y creatividad
Los puzzles son en realidad un desafío que los niños deben resolver utilizando diversas estrategias y enfoques, y esto fomenta la resolución de problemas de manera creativa.
Por ello, ponen en práctica la búsqueda y puesta en marcha de la resolución de problemas y a su vez, la creatividad, ya que permiten a los niños crear imágenes o patrones, lo que estimula su creatividad y expresión artística.
8. Aumentan su autoestima
Cuando los niños terminan un puzzle, experimentan una sensación de logro y éxito, lo que puede aumentar su autoestima y su confianza en sí mismos. Es una tarea que les puede hacer sentir orgullosos de sí mismos, mejorando así también su autoconcepto, al ver que han podido lograrlo.
9. Desarrollo de habilidades sociales
Finalmente, resolviendo puzzles no solo se trabajan aspectos individuales, sino también relacionales, porque con la tarea se trabaja en equipo y se coopera, algo que mejora las habilidades sociales. Esto sucede cuando el juego se desarrolla con otros niños o con la ayuda de adultos.
Por ello podemos decir que es un juego que, aunque puede ser individual, también puede plantearse como una forma de socializar, como un juego cooperativo, etc.
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