Como ya sabéis, soy padre de tres hijos. Tres niños que no han tenido mucho interés por las casas de muñecas, a pesar de que tuvieron una. Tres niños a los que en algún momento de su infancia les ofrecimos la posibilidad de comprar alguna familia Sylvanian (me encantan), y prefirieron otra cosa. Por eso suelo decir que me habría encantado tener una niña, por aquello de tener, quizás (que vete a saber), más probabilidades de que le hubiera gustado algo así.
Y es que no sé por qué, quizás porque son de madera y me recuerdan a mi infancia, pero me gustan mucho las casitas de muñecas como juguete para niños y niñas, no solo porque en ellas pueden desarrollar el juego simbólico, sino porque nosotros podemos jugar con ellos también a inventar mil historias cotidianas.
Por eso, cuando he descubierto el trabajo de varias personas con unas manos increíbles, no me he podido resistir a enseñároslo: son las casitas de muñecas que todo niño (y adulto) querría tener.
Como recién salidas de un catálogo de muebles
Tal y como leemos en Babyology, se trata del trabajo de mujeres que dedican parte de su tiempo a crear cosas tan preciosas y perfectas, que hacen que sus creaciones y montajes parezcan salidos de un catálogo de muebles.
Además de un baño completo, podéis ver también un comedor con un detalle que me ha encantado, porque en mi casa lo valoramos como posible solución: dos sillas a un lado y un banco al otro para que los niños tengan espacio suficiente.
¿Y qué me decís de esta cocina totalmente equipada a continuación? Si hasta tiene el robot de cocina y fotos familiares:
O esta habitación de estudio con su escritorio para dos personas, que no tiene desperdicio:
Os dejo con algunas más. Seguro que os gustan tanto como a mí. ¿O me equivoco?
Increíbles, ¿verdad? El único problema que yo veo es que son tan bonitas que daría miedo que los niños jugaran con ellas, por aquello de que podrían romperlas. ¿Qué os parecen?
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