Las madres que, por el motivo que sea, deben o desean destetar a sus hijos, pueden encontrarse con muchas dudas. El destete puede suscitar muchos sentimientos negativos en el bebé o el niño pequeño, pues de manera natural él desea y necesita el amamantamiento. También la mamá puede sufrir por esto, incluso si el destete lo considera necesario. Hay varias cuestiones a tener en cuenta si la madre quiere destetar.
Para los bebés es mejor ser amamantados, tanto por razones de salud como emocionales. Y tampoco pueden, si no son ya bastante mayorcitos, entender los motivos de su madre. Sobre todo con los bebés es imposible pactar el destete pero si podemos tratar de hacerlo de manera respetuosa.
Antes de destetar
Antes de destetar podemos, siempre que lo deseemos, acudir a buscar ayuda e información que nos permita superar el bache que nos lleva a plantearnos dejar el pecho.
En Bebés y más podéis encontrar mucha información al respecto. Además los grupos de apoyo a la lactancia nos ofrecerán estrategias para manetener la lactancia y solucionar los problemas, sean estos de trabajo, enfermedad o causas físicas que hagan dificultoso el dar el amamantamiento.
Algunos de los temas que hemos tratado en Bebés y más versan sobre recursos al respecto de la lactancia o de causas por las que nuestro bebé esté rechazando el pecho, y espero que puedan serviros de ayuda.
Destete progresivo
Una vez tomada la decisión es conveniente, para ambos, hacerlo de manera muy pausada. Preferentemente habría que empezar con un destete progresivo unos tres meses antes del destete total.
Si la razón del destete es la incorporación al trabajo y no queremos o no es posible hacer extracciones podemos dar el pecho cuando estamos en casa, siendo las tomas en las que estamos ausentes cuando se ofrezcan otros alimentos o leche de fórmula. No hace falta empezar el destete antes de volver al trabajo.
Inciado el destete progresivo habría que ir substituyendo una toma cada dos semanas, muy gradualmente, hasta que solamente hagamos una toma por día.
Debemos tener mucha paciencia, sobre todo si el bebé es muy pequeño o da muestras claras de no estar preparado. Puede llorar y enfurecerse, y eso es normal. No hay que negarle el pecho entonces, sino más bien buscar actividades que lo mantengan distraído de su deseo de mamar a las horas habituales.
"No negar, no ofrecer" es la norma que se suele dar. Pero no pensemos que será sencillo. Los bebés saben lo que quieren y a veces ninguna estrategia los hará olvidar.
El destete de la madre
Las mamás también tienen que estar preparadas. Eliminar las tomas, sobre todo si lo hacen demasiado rápido, puede producir molestias físicas. El tener el pecho demasiado duro y lleno no es conveniente. En ese caso hay que extraer un poco de leche, no mucha, para aliviarse, haciendo que el cuerpo, poco a poco, se vaya adaptando a producir menos leche.
Los sentimientos de la madre también deben ser tenidos en cuenta. Si la lactancia producía mucha angustia puede sentirse aliviada, aunque a la vez haya una cierta culpabilidad por haber tomado esa decisión.
Por ese motivo buscar soluciones y mucha, mucha información, les permitirá estar seguras de hacer lo mejor en su caso personal. También, es verdad, se puede sentir triste al perder la lactancia, y eso debe aceptarlo como parte del proceso natural de un destete anticipado.
Conclusión
Por supuesto siempre será mejor hacer el destete cuando más tarde mejor, y preferentemente una vez cumplidos los seis meses de lactancia exclusiva. Incluso después destetar no siempre es sencillo.
Y sin embargo, después de haber querido destetar, si la madre se arrepiente, puede relactar. No es la opción más habitual pero debo mencionarla pues hay mujeres que lo han hecho de manera exitosa incluso varios meses después de haber dejado de dar el pecho.
En Bebés y más | Cómo hacer el destete, El destete (I), aclarando el concepto