¿Organizarse con un bebé? Aunque la llegada de un recién nacido trastoca las rutinas y los horarios de toda la familia, hay ciertos trucos que pueden ayudar a que tanto padres primerizos como veteranos lo tengan todo bajo control y se centren solo en lo esencial: disfrutar del nuevo miembro de la familia. Así que sí, es posible, pero mejor si tienes algunos puntos en cuenta.
Seguir los horarios del bebé
Los primeros días tras la llegada del recién nacido a casa son un periodo de adaptación. Cada bebé es un mundo, y este tiempo os permitirá conoceros a todos un poco mejor. Descubrid qué nuevos hábitos imponen sus necesidades, cada cuánto tiempo demanda alimentarse, cuáles son sus ciclos de sueño, etc.
Observar a vuestro bebé os permitirá adaptar, en la medida de lo posible, vuestra rutina a su ritmo de vida. Por ejemplo: adelantar los horarios de las comidas o hacer pequeños descansos mientras él duerme durante el día puede suponer la diferencia entre agotamiento y bienestar.
Planear la ropa del bebé y organizar la colada
Durante sus primeros meses de vida, puede que el bebé exija varios cambios de ropa diarios debido a las fugas de pañal o las regurgitaciones. Planear bien qué ropa necesita en función de la estación del año y cuántas prendas diarias usa al cabo de una semana, os ayudará a planificar su armario y la colada.
Para ello, podéis contar con la ayuda de electrodomésticos eficientes (que os ahorren tiempo y esfuerzo, a la vez que os ayuden a que los gastos familiares no se disparen), como las nuevas lavadoras TWINWash™ de LG con doble tambor que reducen el consumo de energía y agua al permitiros hacer dos coladas diferentes a la vez.
De esta forma, podréis hacer vuestra colada y la de vuestro peque sin mezclar las prendas. También os evitará tener que hacer lavados con el tambor prácticamente vacío porque la ropita de bebé no llena ni la mitad de un tambor estándar.
Cada tambor realiza un tipo diferente de lavado. En el tambor principal puedes hacer la colada de la ropa de color, la semanal o la más voluminosa; mientras que la lavadora mini proporciona un lavado ultra-delicado para la ropa de bebé, la ropa blanca, la seda, la lencería o las prendas de deporte.
Además, su tecnología responsable con el medioambiente prescinde de los ciclos largos y es capaz de hacer las dos coladas a la vez en menos de una hora, por lo que promueve el ahorro en el consumo de agua y electricidad —y también económico, algo muy a tener en cuenta ahora que sois uno más en la familia—.
Establecer un calendario y dividir el trabajo
Apuntar en un calendario visible las citas con el médico y los días de las vacunas os proporcionará seguridad y confianza. También todas aquellas tareas que, aunque menos importantes, no es conveniente dejar que se vayan acumulando. Por ejemplo: la cita con el mecánico o ir a la peluquería.
El calendario familiar os ayudará a dividiros el trabajo y a cambiar el "hay que hacer" por "el lunes voy a", restableciendo vuestras rutinas o afianzando las nuevas. Además, vuestra lista de tareas reducirá el estrés de la familia por las cosas pendientes y os ayudará a organizar el trabajo.
También podéis asignar tareas específicas para cada miembro de la familia y un día de la semana para cada tarea del hogar: domingo cocinar, lunes cambiar sábanas, martes hacer la colada, miércoles planchar, jueves limpiar polvo, viernes pasar la aspiradora, etc. De esta forma evitaréis que las tareas se acumulen hasta el infinito.
Asimismo, delegar las tareas diarias más cansadas y repetitivas en electrodomésticos inteligentes como el robot aspiradora Hom-Bot de LG os permitirá automatizar muchas funciones domésticas para que podáis descansar y pasar más tiempo juntos.
Tener un arsenal de pañales siempre a mano
Los recién nacidos pueden llegar a miccionar hasta 20 veces al día, por lo que es conveniente tener siempre pañales de sobra en casa y salir a la calle bien equipados.
Un truco muy útil es tener siempre lista una o varias bolsas para el bebé con todo lo necesario para el cambio de pañal (pañales, crema, toallitas húmedas, muselinas o gasas y una muda de ropa seca por si acaso), e ir reponiendo su contenido después de usarlas.
Ubicar las bolsas (o cestitas) en diferentes lugares de la casa y guardar siempre una en la cesta portaobjetos del cochecito de paseo, os facilitará la tarea estéis donde estéis, y hará que todo sea mucho más cómodo y rápido también para el bebé.
La hora del baño
Tener todo a mano a la hora del baño ayuda a los padres a reducir el estrés y facilita la tarea sin tener que dejar ni un segundo solo al peque. Para conseguirlo, podéis preparar una canasta con todo lo necesario: toalla, esponja, gasa, champú, gel, lociones corporales, pañales, etc.
No os olvidéis de revisar su contenido semanalmente para poder ir reemplazando aquellos productos o artículos que van siendo gastados. Así nunca tendréis que salir corriendo por la casa con vuestro bebé mojado en brazos.
A muchos papás les resulta más útil meter al bebé con ellos en la ducha o en la bañera. Esto les permite ahorrar tiempo y poder asearse ellos mismos con tranquilidad a la vez que vigilan a su bebé de cerca.
Preparar las comidas y las cenas
Planear los menús semanales con antelación y hacer la lista de la compra teniéndolos en mente puede ahorraros mucho trabajo. Fijad en vuestro calendario un día de la semana para ir al supermercado, la frutería, la carnicería, la pescadería, etc. Asimismo, hacer la compra online puede resultaros mucho más cómodo en esta etapa.
Los domingos por la tarde, si no tenéis planes para pasar el día fuera; o cualquier tarde de la semana en la que haga mal tiempo, son buenos momentos para aprovechar y dejar las comidas de la semana preparadas y los purés para los más pequeños. Las legumbres, los estofados y los guisos son buenos platos para preparar en grandes cantidades y guardar después en raciones en el congelador.
Otro buen truco es pedir a los familiares y amigos más allegados que os echen una mano llevándoos un tupper con el almuerzo o la merienda cuando vayan de visita a vuestra casa.
Pasear a diario
Establecer una hora para el paseo diario con el recién nacido os ayudará a crear una rutina. A los bebés les encanta salir a pasear y el balanceo del cochecito les relaja, ayudándoles a dormir y calmando las molestias en caso de cólicos.
Los niños pueden salir a la calle desde el primer día. El aire puro y la luz del sol son beneficiosos tanto para la madre como para el bebé. Ayudan a la mamá en su recuperación tras el parto, y al peque a desarrollarse saludablemente.
Lo mejor es escoger aquellas horas del día en las que el peque tenga cubiertas sus necesidades básicas y no haga demasiado frío ni demasiado calor (dependiendo de la estación del año en la que nos encontremos), así como lugares tranquilos sin tráfico y con poco tránsito de gente, como los parques y las zonas verdes.
Llevar siempre lo necesario
Tanto si salís de casa para pasear como si vais al supermercado, a la consulta del pediatra o a casa de los abuelos, siempre conviene salir con todo lo necesario para el bebé: ropa de abrigo para los cambios de temperatura, un conjunto completo de ropa de recambio, muselinas, pañales, comida, medicinas si las necesita, etc.
Una buena idea es llevar siempre una bolsa con todo lo necesario en el maletero del coche, e ir reponiendo los artículos a medida que lo vayáis necesitando. Así podréis atender siempre sus necesidades sin agobiaros porque os haya podido surgir cualquier imprevisto.
Establecer un horario de visitas
Cuando un bebé nace todo el mundo quiere conocerle cuanto antes. Sin embargo las aglomeraciones de visitas o el goteo incesante de las mismas durante el postparto, puede agotar a toda la familia y perturbar el estado de ánimo del recién nacido.
Un buen truco para evitarlo, es establecer un horario de visitas. De esta forma os aseguraréis que todos los familiares y amigos puedan conocer al bebé en aquellos momentos del día que no perturben la armonía del hogar ni el descanso de sus miembros.
También podéis organizar la ayuda que recibís para que nunca haya más de dos o tres personas con vosotros en casa, y después os falten manos cuando más las necesitáis.
Disminuir el ritmo y disfrutar
Durante una temporada quizás la casa no esté tan limpia y ordenada como antes, no sea posible servir siempre puntualmente la cena o siempre haya ropa para planchar sobre una silla. Es completamente normal, vuestras obligaciones y prioridades han cambiado.
Es importante recordar siempre que esta situación es temporal. Los niños crecen (¡más rápido de lo que parece!) y cada vez son más autónomos e independientes. Lo mejor que podéis hacer ahora es relajaros, dedicarle toda vuestra atención al bebé y disfrutar de él.
Poco a poco iréis recuperando la normalidad y cuando esto suceda os alegraréis del tiempo que le habéis dedicado a vuestro pequeño porque habréis creado recuerdos perdurables tanto en su memoria como en la vuestra.
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