La Covid es una enfermedad que la mayoría de las veces no cursa con gravedad, pero lamentablemente hay personas que acaban ingresadas en la UCI, siendo las embarazadas más susceptibles a sufrir complicaciones.
Begoña García, una joven madre de 28 años de la La Línea de la Concepción, ha vivido un duro momento que ha acabado en final feliz, afortunadamente.
Estaba embarazada de 7 meses y 3 semanas cuando se contagió de coronavirus sin estar vacunada. Comenzó a encontrarse mal en noviembre, pero los tests dieron negativo durante dos semanas, hasta que llegó el positivo, con una gran carga viral. El 6 de diciembre tuvo que ser ingresada en la planta Covid del Hospital de la Línea de la Concepción tras pasar dos días muy afectada por la infección.
Tres días después, el 9 de diciembre, dada la gravedad de su cuadro tuvieron que practicarle una cesárea de emergencia porque tanto ella como su bebé corrían peligro. El bebé es un niño que pesó 2,458 kilos y midió 55 centímetros, y nació sin Covid.
"Le dijeron a mi familia que no salía"
Apenas horas después del parto, Begoña entró en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde tuvieron que sedarla e intubarla. La madre confiesa que creía que no saldría de allí para conocer a su bebé. Ha estado a punto de morir, "le dijeron a mi familia que no salía", confiesa.
Pero ha mejorado y por fin se ha dado el esperado encuentro el pasado 7 de enero. En el vídeo compartido en Twitter por el Área de Gestión Sanitaria Campo de Gibraltar podemos ver el emotivo momento en el que madre y recién nacido se encuentran por primera vez.
Begoña conoce a su bebé un mes después de una cesárea de urgencia por COVID-19 en el hospital La Línea.
— AGSCampodeGibraltarEste (@AgsEste) February 1, 2022
Después del parto, ha pasado un mes en la UCI por lo que no ha podido conocer a su hijo hasta ahora. pic.twitter.com/Ki950HGNKL
Un mes sin conocer a su bebé
Es inevitable que se nos escape una lágrima al ver las imágenes. ¿Os imagináis lo que es conocer a tu bebé un mes después de nacer?
Es el momento más soñado por la madre, a quien se la puede ver aún muy débil y con las manos temblorosas, con miedo de cogerlo en brazos. "Me daba miedo cogerlo porque creía que se me iba a caer. Me temblaba todo el cuerpo", recuerda la madre.
Ella aún tiene secuelas del Covid, como dificultad para respirar y movilidad reducida en una de las piernas, pero desde el 16 de enero ya se encuentra en casa feliz y disfrutando a su bebé.
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