Ojos azul turquesa por tres mil euros: la operación de moda para cambiarse el color de ojos que horroriza a los oftalmólogos

Ojos azul turquesa por tres mil euros: la operación de moda para cambiarse el color de ojos que horroriza a los oftalmólogos
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¿Sabías quel color de ojos más común es el marrón, que lo tiene aproximadamente el 80% de la población mundial? Mientras que el más escaso es el verde, que solo está presente en el 2%.

Y cambiar el color de los ojos, un sueño para quienes desean una mirada más "exótica", se ha convertido en una peligrosa moda que enciende las alarmas de la comunidad médica.

Su precio oscila entre los 3.000 y los 7.500 euros en España, siendo más cara en EEUU (alrededeor de 11.500 euros); la queratopigmentación promete transformar ojos marrones en azul turquesa o verde esmeralda. Sin embargo, esta intervención estética está rodeada de controversias y riesgos graves para la salud visual que conviene conocer antes de tomar cualquier decisión.

¿Qué es la queratopigmentación o cambiar el color de ojos?

La queratopigmentación, también conocida como Queratopigmentación Anular Asistida por Láser de Femtosegundo (FLAAK), consiste en crear un bolsillo en la córnea mediante láser para introducir un pigmento que altera el color del iris.

Aunque la técnica es relativamente nueva, su popularidad ha crecido rápidamente, en parte gracias a influencers que la promocionan en redes sociales (como Daniela Requena, en TikTok).

No obstante, lo que parece una solución rápida y sencilla tiene un alto coste, no solo económico, sino también en términos de salud ocular. Concretamente, la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) advierte de sus riesgos; y es que esta intervención, realizada exclusivamente con fines estéticos, puede derivar en complicaciones graves e irreversibles.

De hecho, la SEO asegura:

"No hay suficiente evidencia científica que avale la seguridad y eficacia de esta intervención, la cual tampoco llega a inducir resultados estéticamente naturales, ya que la sensación es como la de observar "ojos de muñeca", al carecer el color tintado de la suficiente profundidad".

Riesgos que no se ven a simple vista

La SEO ha documentado casos de pacientes que, tras someterse a esta operación, han sufrido descompensaciones corneales que los han llevado a necesitar un trasplante de córnea. Además, esta técnica puede comprometer la visión de forma significativa al:

  • Reducir el campo visual periférico, afectando actividades diarias como conducir.
  • Dificultar futuras cirugías intraoculares, como cataratas o desprendimiento de retina, debido a la opacidad del pigmento, que impide visualizar estructuras internas.
  • Aumentar el riesgo de infecciones y otros problemas como sensibilidad extrema a la luz, visión borrosa y glaucoma.

El peor escenario es la pérdida total de la visión, una consecuencia devastadora para una intervención meramente estética.

Sin aval médico ni regulaciones claras

Un aspecto preocupante es que la queratopigmentación no cuenta con la aprobación de organismos como la FDA en Estados Unidos, ni de otras entidades reguladoras en Europa. Esto significa que no existen estándares de seguridad uniformes ni estudios suficientes que respalden su eficacia a largo plazo.

En países como España, esta técnica no está recomendada y muchos especialistas se niegan a realizarla. Sin embargo, la falta de restricciones en otras regiones lleva a pacientes a buscar clínicas en el extranjero, donde los estándares médicos pueden ser más laxos.

Una inversión arriesgada

El precio medio de esta operación ronda los 5.000 euros en España, una cifra elevada que no incluye los costes derivados de posibles complicaciones. En algunos casos, los pacientes terminan gastando mucho más en tratamientos correctivos o en cirugías adicionales para intentar revertir los daños.

Además, la Sociedad Española de Oftalmología señala que los resultados estéticos suelen ser poco naturales, ya que el color aplicado carece de la profundidad característica del iris humano. En ocasiones, el aspecto final recuerda al de las lentes de contacto de colores, pero de forma permanente.

¿Por qué los oftalmólogos están en contra?

La postura de los oftalmólogos es clara: someterse a esta operación es un grave riesgo para la salud ocular. Los ojos son órganos delicados y complejos, diseñados para mantener un equilibrio perfecto entre forma y función. Alterar esa armonía con fines puramente estéticos puede desencadenar problemas que afectan la visión, pero también la calidad de vida.

La Sociedad Española de Oftalmología también recuerda que la queratopigmentación, en su versión terapéutica, puede ser útil en casos específicos, como para:

  • Tratar la fotofobia severa o defectos en el iris.
  • Mejorar la apariencia de las personas ciegas con leucomas, que se caracteriza por manchas blancas en el ojo.
  • Tratar la diplopía monocular (visión doble).

Sin embargo, su uso estético no tiene justificación médica.

Tomar decisiones conscientes e informadas

Aunque cambiar el color de los ojos pueda parecer un sueño hecho realidad, los riesgos asociados a la queratopigmentación lo convierten en una decisión peligrosa. La promesa de una mirada azul turquesa puede terminar en una pesadilla de complicaciones, costes y, en el peor de los casos, ceguera.

La salud visual es irreemplazable. Antes de sucumbir a esta moda, es importante reflexionar sobre si merece la pena arriesgar tanto por una decisión estética.

Aunque es una decisión muy personal, por supuesto, es importante conocer los riesgos y beneficios, y con la información en la mano, decidir con conciencia y libertad. Como bien señalan los oftalmólogos: una mirada natural siempre será la más saludable y bella.

Foto | Portada (Freepik)

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