La tragedia de la leche contaminada en China que ha llegado a afectar a uno de cada 4 bebés no ha dejado indiferente al resto del mundo. Ante la posibilidad de que la falta de control pueda jugarles una mala pasada, y queremos creer que también para mayor tranquilidad de los consumidores europeos, se ha puesto en marcha el proyecto CONffIDENCE para la detección de contaminantes químicos en los alimentos.
En la iniciativa trabajan conjuntamente 10 países con el objetivo de detectar en los alimentos sustancias como plaguicidas, contaminantes orgánicos, productos farmacéuticos, antibióticos, metales pesados o toxinas del marisco.
Como futuros papás y como papás nos interesa que los alimentos que consumimos sean absolutamente seguros y que no afecten en forma alguna el desarrollo del bebé en gestación ni a los niños en pleno crecimiento.
Desde luego, es terrible que se reaccione a costa de la desgracia de otros, pero al menos el caso de China ha hecho ponerse las pilas a los organismos europeos. Los procedimientos que se utilizarán parecen muy rápidos y efectivos. Esperemos que se ponga mayor énfasis en los productos destinados a los más pequeños así los consumidores nos sentiremos más protegidos.
Vía | Directo al Paladar Más información | Plataforma sinc En Bebés y más | La contaminación industrial produce daños cerebrales en los niños, 10.000 niños siguen hospitalizados en China, Efectos causados por el arsénico en los futuros bebés