En las últimas décadas hemos logrado muchos avances en cuanto a los espacios y oportunidades para las mujeres en la sociedad y el mundo laboral. Desde lograr obtener puestos que antes se consideraban "solo para hombres", hasta juguetes en los que se enseña a las niñas que pueden ser lo que ellas deseen, todo parece indicar que vamos por buen camino.
Sin embargo, aún falta mucho por hacer, especialmente cuando de discriminación laboral se trata, pues de acuerdo con un nuevo informe, las mujeres tienen un 30% menos de probabilidades de ser citadas para una entrevista que los hombres con iguales características. ¿Uno de los motivos? La maternidad.
La investigación experimental, realizada por el Observatorio Social de "la Caixa" y titulada "¿Tienen las mujeres menos oportunidades de ser contratadas?", envió más de 5.600 currículums ficticios de hombres y mujeres a 1.372 ofertas de trabajo reales en Madrid y Barcelona, con la finalidad de analizar la discriminación de género en el mercado laboral.
Durante la investigación, se compararon las posibilidades que había para hombres y mujeres con currículos equivalentes de recibir una cita para una entrevista de trabajo. Es decir, su única diferencia, era el género, pero las habilidades y capacidades, eran similares.
Dentro de esta investigación, también se compararon otras diferencias, como si tenían hijos o no, así como el grado de cualificación para el puesto.
Se encontró que en condiciones iguales, las mujeres tenían en promedio un 30% menos de probabilidades de ser llamadas para obtener una cita para una entrevista de trabajo, en comparación con los hombres que tenían currículums con las mismas características.
En el caso de las mujeres con hijos, esa probabilidad aumentaba hasta en un 35.9%, demostrando que no sólo son discriminadas por su género, sino también por su maternidad.
¿Y en el caso de los hombres con hijos? Siguen teniendo mayores oportunidades, incluso en comparación con las mujeres sin hijos, pues éstas tienen 23.5% menos probabilidades de ser llamadas a entrevista que los padres con características idénticas a ellas.
Solo cuando ellas no tenían hijos y estaban sobrecualificadas para el puesto, tenían oportunidades similares a los hombres. Los resultados de esta investigación experimental muestran de forma clara que aún existe mucho por hacer en cuanto a la discriminación de género en el área laboral, y desde luego, en cuanto a conciliación.
Los investigadores destacan que esto no sucede precisamente porque se tengan prejuicios negativos en contra de las mujeres en general, sino porque se mantienen vigentes los estereotipos de género, en los que las ven a ellas como personas menos comprometidas con el trabajo y con una mayor inclinación a la familia, a pesar de que haya pruebas de que incluso la maternidad las hace más productivas en lo laboral.
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Vía | El Mundo