Hacernos de espacios para relajarnos y descansar, especialmente cuando hemos tenido un día muy apresurado o estresante, es algo necesario para cuidar nuestro bienestar tanto físico como mental.
Una de las cosas que he aprendido a hacer para evitar el burnout es precisamente tomar pausas en las que, además de descansar, ayudo a mi mente a relajarse. Y para esto he creado un pequeño espacio en casa.
Estas son las tres cosas imprescindibles que tengo en mi rincón zen y que me ayudan a reducir el estrés de cada día.
Mis tres básicos para un rincón zen
No se necesitan demasiadas cosas para crear un espacio como éste, pero peronalmente he encontrado que estas tres cosas son imprescindibles para que genuinamente se sienta como un rincón que invita al descanso y la calma.
Cojines o almohadas grandes
Lo primero y más importante es que sea un sitio cómodo. Podemos elegir un rincón dentro de nuestra casa, como una esquina del dormitorio o el salón, pero si no tenemos espacio para ello, también podemos aprovechar un sillón o sofá que ya tengamos en casa.
Ya que hayamos elegido donde se ubicará nuestro rincón zen, habremos de colocar en él almohadas grandes, cojines y quizás algunas mantitas, para hacer de él un espacio suave y acogedor.
Aromas relajantes
El segundo imprescindible tiene mucho que ver con la ambientación. Los aromas que nos rodean pueden provocarnos distintas emociones y sensaciones, por lo que habremos de colocar inciensos, velas aromáticas o un difusor con aceites esenciales.
Los aromas suaves como la lavanda, la vainilla o el sándalo pueden promover la relajación y son ideales para ello.
Música o sonidos relajantes
Otro elemento que nos ayuda en la ambientación y que tiene un impacto poderoso en nuestros sentidos es la música. Hay muchas opciones de las cuales podemos elegir según nuestros gustos: desde música clásica hasta música para dormir, o incluso sonidos de la naturaleza. Puedes usar un altavoz pequeño o tu móvil.
Variaciones y toques extra
Además de estos tres básicos para mi rincón zen, ocasionalmente le añado algo distinto. Puedes probar tú también agregarle un toque extra que puede variar cada día, o incluso sustituir la música o las velas por alguno de ellos, dependiendo de lo que a ti te ayude a relajarte mejor.
Estas son algunas de esas cosas que puedes agregar a tu rincón zen para darle un plus y que además te ayude a generar o gestionar diversas emociones:
- Un libro para meditar o despejarte. Puede ser quizás un tomo con frases que inspiren o una novela ligera para desconectar un rato.
- Un cuaderno para practicar la gratitud o en el que puedas anotar todas esas cosas que llevas en tu cabeza y disminuyas tu carga mental.
- Objetos personales que te traigan buenos recuerdos o te inspiren, como conchas marinas o fotografías de amigos y familiares.
- La naturaleza tiene un efecto relajante nosotros, por lo que también puedes añadir una plantita pequeña.
- Una bebida relajante, como un té de manzanilla, lavanda, valeriana o melisa.
Foto de portada | George Milton en Pexels