¿Qué no haría una madre por su hija?. El caso que acabamos de conocer nos muestra que a veces parece que no hay límites para responder esta pregunta: Abby, una niña de cuatro años que padece de leucemia linfoide aguda soñaba con casarse algún día y su madre organizó una boda simbólica para hacer su deseo realidad.
El "afortunado" fue Matt Hickling, su enfermero favorito y quien no dudó en aceptar la propuesta de inmediato. En el vídeo podemos ver a la pequeña vestida de blanco, con un tocado y ramo de novia, como debe ser. Lo mejor del vídeo es ver la emoción que desprende la niña, lo que demuestra que no hay edad para tener esos sentimientos ni límites para demostrar el amor de una madre hacia su hija.
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