Siempre me ha gustado la Navidad. Mis mejores recuerdos de la infancia han tenido lugar en esta época, así que son fechas que disfruto muchísimo. Nunca me había planteado si podrían ser mejores, pero desde el momento mismo en el que me enteré que estaba embarazada (a finales de noviembre de 2014), las vivo aún más intensamente... ¡e incluso diría que de una forma más feliz!
Ese final de año fue el principio de todo lo especial que vendría después. Tenía un embarazo de alto riesgo, así que todo lo que pedí a Papá Noél y a los Reyes es que mi bebé naciese bien... me visualizaba con él (o ella), un año después y sabía que todo cambiaría...
Y todo cambió...
Sí, al final todo salió bien y la Navidad, ya estrenada como mamá, han sido las más felices de mi vida. Mi pequeño milagro estaba con nosotros y yo era un cúmulo de felicidad... alegría que se contagió a la familia porque era la primera nieta, y no hay nada comparable a esa sensación de tener a un bebé en casa.
Ese regalo que siempre deseé ya estaba en mis brazos, ¡y sentía que ya tenía todo lo que quería! Es verdad que estas fechas son de los niños... pero esa primera Navidad, cuando son bebés, es completamente nuestra: una época para disfrutarla con todos los sentidos, porque es una de las tantas cosas que no volverá y que recordarás con nostalgia... y no tendrá que pasar mucho tiempo para que eso suceda.
Ellos viven sus primeras veces ¡y tú también!
Nunca me había planteado como viven los padres la Navidad, y he descubierto que la emoción de los regalos, de vivir el espíritu de la Navidad, de preparar las cartas y de disfrutar de todo lo que nos brinda esta época, ha cobrado un nuevo sentido.
Desde su primera Navidad vivo primeras veces (incluso desde que llegó su hermana pequeña, porque cada una es diferente),... soy feliz viendo a mis niñas alucinar con el alumbrado navideño, disfrutamos cada segundo de este mes en el que pasamos más tiempo con nuestra familia, e incluso me vuelvo a poner nerviosa por la inminente llegada de Papá Noél y los Reyes Magos. Este mes me vuelvo a convertir en una niña, y todo gracias a mis pequeñas.