En vista de las actuales pautas de consumo de alcohol y otras drogas (ilícitas), acabo pensando que la posibilidad de hacer el ridículo delante de todos cuando uno ‘se pasa de copas’, es irrisoria frente a otras posibles consecuencias que puede acarrear la ingesta abusiva de sustancias.
Themi Garagounis es especialista en educación sobre drogas y temas de salud, también es un conocido ponente en Australia. En esta entrada, describe una situación que se repite globalmente todas las semanas. Un grupo de adolescentes se agolpan en torno a una niña completamente ebria – y con pérdida de consciencia - sin saber qué hacer. Bueno, algunos saben muy bien que ‘es prioridad’ (para ellos claro), sacar unas fotos (así después las pueden subir a su red social preferida, ¡una diversión convertida en una broma de muy mal gusto!).
Al preguntarles, nadie ha llamado a los padres, ni a los servicios de emergencia. Nadie sabe que de producirse un daño cerebral, este podría ser irreversible; ni siquiera que cuando el cuerpo ya no puede más (menos mal, que el organismo atacado aún puede reaccionar), intenta expulsar el alcohol mediante el vómito, y que si la persona está tumbada boca arriba, puede aspirarlo e inundar sus pulmones con él.
Al parecer, la niña que se encontró Garagounis, había ingerido en los últimos 30 minutos, un litro y medio de una de esas bebidas energéticas con cafeína, mezclada con vodka. Y lo había hecho como prueba que forma parte de un juego llamado FUBAR.
Y como os podéis imaginar, este juego es completamente irresponsable, más o menos consiste en que los participantes deben hacer lo que las cartas les indiquen: rimas, responder preguntas, tomar tres bebidas, beber alcohol sin detenerse durante mucho tiempo. Y yo, ¿qué queréis que os diga?, sé que esas edades se caracterizan por tener un cierto apego a los comportamientos arriesgados, pero ¿es necesario arruinar la salud para ello?
Beber con responsabilidad y otras cosas a tener en cuenta
Si un amigo está borracho, deben asegurarse de que está bien, y ser capaz de llamar a los servicios de emergencia.
Aprender a cuidar de los mejores amigos.
Rechazar los juegos con el alcohol y otras drogas.
No mezclar alcohol con bebidas energéticas, ni con otras drogas. Los jóvenes creen que controlan, pero el efecto de las sustancias en su cuerpo depende de factores tan dispersos e incontrolables como el estado de ánimo, el estado de adulteración de la droga ilegal utilizada, el peso corporal, etc.
¿Les gusta utilizar su cerebro en otros contextos de la vida?, entonces querrán saber que no es este quien rige sus actos cuando han abusado.
Después de esto, nuestra actitud no debería ser únicamente pensar ‘ojalá no me toque a mí’, sino tomar un papel activo en la educación de los niños. A sabiendas de que no tenemos una varita mágica para que nuestros hijos no lleguen a tener problemas graves con las drogas; y de que aunque en el fondo muchos no querríamos que tuvieran contacto, debemos de ser conscientes de que el verdadero objetivo sería beber con responsabilidad.
Y debemos recordar que en la adolescencia, el grupo pesa mucho sobre los niños (más que los consejos o las expectativas de los padres), por lo tanto, también debemos poner el énfasis en el mantenimiento de la individualidad.
Y por cierto, sería bueno que los adultos en esto también diéramos ejemplo: padres, abuelos, tíos, amigos de los padres, y en general la sociedad. No es que quiera aguarle la fiesta a nadie, pero tampoco es raro ver cómo los progenitores animan a sus retoños en los juegos de las fiestas locales, mientras ellos acaban ‘la penúltima’, y el alcohol hace estragos en su pronunciación.
Dar ejemplo y hablar con los peques sobre el tema, porque – aunque se supone que nunca es demasiado tarde – estaría bien que notaran nuestro interés de su primer contacto con el alcohol (y las otras sustancias que campan a sus anchas por los ambientes juveniles).
Imagen | Shayan Sanyal Vía | Mama Mía En Peques y Más | Se extiende entre niños y adolescentes la moda de ingerir cucharadas de canela poniendo en peligro su salud, 'Los que no': Campaña para prevenir el inicio temprano en el consumo de alcohol