Ahora sí que no hay excusas para darse un buen chapuzón en piscinas comunitarias o privadas, las altas temperaturas nos están invitando a buscar formas de refrescarnos. Pero como todo sabéis el agua puede convertirse en un medio hostil (especialmente para los niños), de hecho según datos de la OMS, ‘se calcula que en el mundo mueren cada año por ahogamiento 388.000 personas’, siendo el riesgo mayor en niños, varones y personas con fácil acceso al agua’
Y por parte de Seguridad Infantil, nos cuentan que ‘más del 80 % de las muertes infantiles por ahogamientos en piscinas suceden en piscinas privadas, la normativa de seguridad de estos espacios se rige por un vacío legal además de poca o nula información al respecto’. Por ello han elaborado un decálogo de Seguridad Infantil en Piscinas, que ahora compartimos con todos vosotros.
Desde la Asociación Unidos por la Seguridad Infantil, apoyan todas las causas que deriven en la protección de menores, y la prevención de ahogamientos infantiles en las piscinas que año tras año sacuden la conciencia de muchas personas al conocerse las víctimas, su corta edad y el drama que acompaña la historia de los que se quedan. En 2003 Francia decretó una ley donde toda piscina de uso individual o colectiva debe contar con un dispositivo de seguridad normalizado, con el objeto de prevenir riesgos de ahogamientos. En nuestro país no existe ni tan sólo normalización al respecto, así que los fabricantes de dispositivos de seguridad, se rigen por la norma AFNOR, la cual estipula los requisitos básicos de normalización para conseguir los efectos previstos.
Un ‘ahogamiento’ es el proceso de sufrir dificultades respiratorias por sumersión/inmersión en un líquido, con resultados que se clasifican en: muerte, morbilidad y no morbilidad’
Decálogo de Seguridad Infantil en Piscinas
Partiendo de la base de las necesidades y características de los niños, su desarrollo evolutivo y su manera de actuar, debemos ponernos en su papel para adecuar el entorno a la prevención o lo que es lo mismo: conocer, evaluar y detectar los puntos de riesgo para adoptar medidas preventivas eficaces.
1.- Observar el entorno con “ojos de niño”: nuestra responsabilidad como adultos es no perderlos de vista ni un momento, pero los accidentes pueden suceder en un segundo de distracción, por lo que sabiendo cómo actúa el niño podremos actuar en base a sus necesidades.
2.- Comprobar los elementos de protección: esto se hace desplazándonos ('con ojos de niño') para comprobar si el entorno cuenta con dispositivos de seguridad que impidan que un niño en un descuido llegue hasta la piscina.
3.- Mantener los juguetes recogidos (y alejados de la piscina) cuando finalice la jornada acuática. Es especialmente importante cuando tenemos bebés de menos de 4 años, porque estos pequeños exploradores quieren alcanzar aquel juguete que está dentro del agua o cerca del vaso de la piscina, y debido a que no dominan su cuerpo totalmente, es extremadamente fácil que éstos caigan accidentalmente dentro.
4.- Aprendizaje: los niños deben aprender a nadar lo antes posible, o por lo menos deben realizar clases que les permita flotar si entran en contacto con el agua.
5.- Visibilidad continúa: Aunque los niños ya sean más mayores y sepan nadar perfectamente, esto no es motivo para no dejar de supervisarlos. Muchas veces una caída, un golpe o una mala digestión pueden provocar un desvanecimiento dentro del agua. Nunca hay que dejar a los niños sin vigilancia.
6.- Existencia de elementos de seguridad pasiva: son los dispositivos como alarmas perimetrales o de inmersión que nos avisan de que el niño ha entrado en contacto con el agua, el tiempo de reacción de los adultos es muy corto en estos casos, por lo cual estos elementos no deberían excluir la instalación de elementos de seguridad activa.
7.- Elementos de seguridad activa: son aquellos que evitan el contacto del niño con el agua, como son las vallas de piscinas o los cobertores, estos dispositivos son los más valorados desde el punto de vista preventivo ya que el niño no puede entrar en contacto con el agua. Todos estos dispositivos deben cumplir con la Norma AFNOR referida a cada uno de ellos.
8- Cuando la piscina que frecuentamos no es de uso habitual (casas de vacaciones, estancias en hogares ajenos como las vacaciones con los abuelos, etc.) la vigilancia ha de ser mucho más estricta, porque no estamos familiarizados con el entorno.
9.- Dispositivos de rescate: se debe disponer de salvavidas, pértiga y un teléfono cerca de la piscina.
10.- Entorno de la piscina: Tanto el suelo del interior de la piscina, como el del exterior ha de estar protegido por materiales antideslizantes. A veces también existen esquinas peligrosas en el interior que habría que proteger con cantoneras especiales.
Los peldaños y escaleras también estarán recubiertos, y serán accesibles en la salida correspondiente al ‘vaso’ de los más pequeños en la piscina, con pasamanos adecuado.
Dado que una parte de la diversión en estos entornos pasa por jugar y corretear cuándo están fuera del agua, deberemos proveernos de calzado antideslizante para evitar que resbalen.
En mi opinión las normas, recomendaciones o dispositivos de seguridad no son sustitutivos de la supervisión de los adultos vigilando a los niños, y diría más, porque en piscinas comunitarias o playas sin socorristas, entre los mayores que velan por el bienestar de los peques, debería haber al menos uno que sepa nadar con desenvoltura, y (a ser posible) con nociones de primeros auxilio.
Deberíamos tener en cuenta esto último incluso con piscinas portátiles, ya que son suficientes 60 centímetros (en ocasiones incluso menos) para que un niño se ahogue.
Imagen | albertopveiga en Flickr Fuente | Artículo de María Ángeles Miranda en Seguridad Infantil En Peques y Más | Entrevista a Alberto García Sanz, director de la Escuela Española de Salvamento y Socorrismo (y II): vigilancia y protección de los niños, actuación en caso de accidente, Piscinas con niños: beneficios y consejos de seguridad para disfrutar del verano en ellas, Características que deben poseer las piscinas comunitarias para que todos disfrutemos de ellas