Bastante se debate sobre la capacidad física y mental de las mujeres que deciden ser madres más allá de los 50 años.
Yo misma hace un tiempo me imaginaba a mi madre, que ya es abuela de cuatro nietos, criando a un bebé propio y considero que le faltaría energía, pero claro que cada caso es un mundo.
Por eso mismo, porque cada situación es especial, no me parece un gran hallazgo el resultado de un estudio realizado por el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la University of Southern California Keck School of Medicine de Los Angeles.
Según los investigadores, después de realizar una encuesta a unas 150 mujeres de diferentes edades concluyeron que ser madre después de los 50 años no es más estresante que serlo a otra edad.
Es decir, no hay diferencia significativa en cuanto al nivel de estrés que le supone a una mujer convertirse en madre a los 30 años que a los 50.
Se comparó el impacto del estrés y el comportamiento mental y físico de un grupo de mujeres que fueron madres después de los 30, otro después de los 40 y otro pasados los 50 años.
Realmente el dato es muy subjetivo. Hay mujeres que a los 50 tienen más energía que una de 30, sin duda; y otras que a esa edad pueden verse absolutamente desbordadas por la maternidad.
En sí el hecho de tener más de 50 no implica estar incapacitada para criar a un bebé, más allá de que cada cual pueda tener su propia opinión sobre la maternidad a edades avanzadas.
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