En el otoño se produce uno de los fenómenos más extraordinarios en la naturaleza, el cambio de color de las hojas de los árboles con tonalidades amarillas, naranjas, y ocres. Y aunque lo más bonito es verlo en las montañas y pasear por grandes extensiones de bosques siempre podemos disfrutar de los parques en las ciudades. En el caso de Madrid es un placer visitar y disfrutar algunos de ellos para respirar aire puro, observar el cambio de colores y por supuesto vale la pena llevar la cámara de fotos para recoger la experiencia con los peques.
Parque del Capricho (en la primera imagen): es uno de los parques más bellos de Madrid, está ubicado en Alameda de Osuna. Se creó en 1784 por los Duques de Osuna, en especial por la duquesa doña María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel, que creó un auténtico paraíso natural que frecuentaron las personalidades más ilustres de la época y en el que trabajaron los artistas, jardineros y escenógrafos con más prestigio. Aunque después de la muerte de la duquesa el parque perdió importancia, en el 1999 el Ayuntamiento de Madrid lo adquirió y ahora ya es una gozada recorrerlo y disfrutar de sus extraordinarios paseos. Incluye tres estilos diferentes: el parterre o jardín francés, el paisaje inglés y el giardino italiano. Es uno de mis favoritos.
Parque de El Retiro (en la imagen anterior): es uno de los parques más reconocidos de la ciudad y es visita obligada para turistas y madrileños que quieren disfrutar del aire puro en pleno corazón de la capital. Está rodeado de una artística verja con doce monumentales puertas, el parque incluye esculturas, edificios y por supuesto muchos jardines. En los pabellones del Parque se puede asistir a exposiciones, como por ejemplo en el Palacio de Cristal que junto con su lago artificial fue construido en 1887 con motivo de la Exposición de las Islas Filipinas. Es otro de mis favoritos y siempre vale la pena buscar una excusa para recorrerlo.
Jardín del Campo del Moro: está entre el río Manzanares y el Palacio Real y ha sido escenario de cacerías, de justas y de torneos. No se convirtió en jardín hasta el reinado de Isabel II. Fue en esa época cuando se diseñó el parque más o menos como lo conocemos ahora y se instalaron las fuentes de los Tritones. Los jardines incluyen 70 especies arbóreas, algunas de ellas con una antigüedad de 170 años. Desde el jardín se obtiene una de las mejores perspectivas del Palacio Real gracias a su desnivel. También es un parque extraordinario para visitar.
Quinta de la Fuente del Berro: se le conoce como el Parque de la Fuente del Berro, lo adquirió en el siglo XVII el duque de Frías y conde de Haro, condestable de Castilla. El terreno tiene forma de un jardín paisajista. Aunque algunos de los elementos originales se han perdido, otros se han conservado como la ría chica o el estanque de patos, así como la cascada que había desaparecido. El parque tiene un total de seis entradas. En el año 1941 fue declarado jardín histórico-artístico y desde el año 1948 pertenece al Ayuntamiento de Madrid. Tiene vegetación centenaria. Es un parque para descubrir porque lo he visitado muy poco.
Quinta los molinos: un jardín singular porque incluye zonas de explotación agrícola y un carácter mediterráneo porque en el parque se pueden encontrar olivos, pinos y eucaliptos aunque el verdadero protagonista del parque son los almendros, que asegura que en primavera la Quinta también tenga muchas visitas. El parque tiene varios estanques, fuentes, un molino, un palacete del siglo XX reconstruido y la Casa del Reloj que es un centro cultural. Está cerrado, con muros de ladrillo, en todo su perímetro y tiene cinco puertas de acceso. Está dividido en dos zonas, la norte de estilo romántico-paisajista y la sur de carácter agrícola. Lo he visitado varias veces y es muy impresionante su extensión y la zona de los almendros
Así que sólo nos queda visitar los Parques de Madrid en otoño disfrutando de un buen paseo, en buena compañía y haciendo las mejores fotos para recordarlo cuando los peques crezcan.
Más información | Turismo de Madrid
En Peques y Más | Parque del Capricho
Imagen | M. Peinado, Juan J. Cánovas Castillo