¿Es la violencia obstétrica una forma de violencia contra las mujeres?

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Se celebró recientemente el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, una forma de violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo. Algunos colectivos nos invitan a reflexionar sobre la existencia de una forma de violencia sexista que denominan Violencia Obstétrica.

La Violencia Obstétrica

La Violencia Obstétrica , según estos colectivos y la legislación de países como Argentina, consiste en la apropiación del cuerpo de la mujer y el proceso del parto por los profesionales de la medicina, considerando patológicos todos los partos, convirtiendo a la mujer en paciente de manera automática y realizándose actos médicos y farmacológicos rutinarios sin permitir que la parturienta participe activamente en las decisiones sobre su propio cuerpo.

En este modelo que algunos colectivos y la legislación de algunos países consideran violencia la mujer deja de poder tomar decisiones informadas y se le aplican protocolos que impiden que se mueva, coma, beba, decida la postura en la dilatación o el expulsivo, se pincha la bolsa o se aplica episiotomía sin necesidad médica real y se le introducen de manera protocolaria, no necesaria, medicamentos que aceleran el parto provocando problemas en el proceso natural que podría suceder de forma normal si no se interviniera.

¿La atención al parto puede implicar una manera de violencia?

Hasta hace poco este tipo de atención era normal en España y era vivida, por algunas mujeres, como una agresión hacia sus personas, unido esto además, a un trato deshumanizado y hasta agresivo, con palabras y actitudes muy duras.

Esto alcanza sus mayores cotas en casos de mujeres que solicitaron una atención menos medicalizada, mujeres que sufren cesáreas y lo peor, mujeres que deben parir un hijo muerto o que muere en el parto.

Además, separar a los bebés de sus madres sin necesidad es también una forma de violencia institucionalizada que pueden, madre e hijo, vivir de manera traumática.

Mi experiencia personal

Yo, y os lo cuento desde mi experiencia personal, si me sentí violentada y maltratada en mi parto. Me trataban como una niña tonta, no decían mi nombre sino un genérico “Mary”, entraban y salían multitudes que ni se presentaban ni decían que venían a ver, por lo menos había diez estudiantes cuando rompieron la bolsa y nadie me dijo que podía negarme, sin explicar apenas lo que hacían, sin permitir en los momentos de intervención que estuviera delante mi marido.

Me aplicaron protocolos que se que son innecesarios, como romperme la bolsa o cortarme para que saliera el bebé, me medicaron con oxitocina a veces provocándome contracciones salvajes y luego bajando el flujo, sin explicar nada y sin posibilidad de anestesia porque no había anestesista disponible, y este, cuando apareció, era tarde porque estaba en expulsivo.

Se llevaron a mi hijo sin dejarme tocarlo, no me informaron de las razones reales de la inducción, que hoy estoy segura que no era necesaria, ni mucho menos me explicaron razones médicas para que se lo llevaran, pues no las había.

Tras ponerme mil trabas para conseguir el informe médico completo me he ocupado de analizarlo con la ayuda de ginecólogos y no aparecen todos los datos de lo que me hicieron ni se justifican las intervenciones. Hasta pone que me pusieron epidural y no llegaron a poder hacerlo porque al ir a pincharme empecé a pujar de manera incontrolable y en cinco minutos había nacido mi hijito.

Incluso, cuando me llevaban a ponerme una epidural que llegó tarde pero que con una inducción desde 0 es normalmente previsible, me echaron una bronca y me llamaron quejica pues, tras diez horas inmovilizada y dilatada ahora se que de 9 o 10, no me podía mover sola. Y digo de 10 porque cuando llegué a la sala de partos, cuando se suponía que pensaban ponerme epidural, ya estaba en completa y en expulsivo.

Me sentí humillada, como un animal llevado al matadero, maltratada física y emocionalmente. Un parto no debería ser así. Tardé años en poder revivir mi parto y verbalizar los sentimientos negativos, el miedo y la soledad, el dolor y la manera en que me sentí maltratada.

Cambios en el modelo de atención al parto

Hoy, en el hospital donde nació mi hijo ahora aplican el método canguro en los nacimientos pues está claro que es mejor para los bebés. Hoy no se lo habrían llevado y yo no habría vivido aquellos momentos de soledad y miedo, sin saber si estaba muriendo o le pasaba algo malo sin poder siquiera haberlo tocado. En una hora no apareció nadie para decirme nada ni tampoco informaron a mi pareja.

Aunque la atención al parto no ha mejorado demasiado en este centro, al menos a los bebés no se los llevan. Y en otros hospitales ya se atiende los partos de manera más respetuosa.

La extensión de los protocolos de atención al parto normal en muchos hospitales deberían suponer un gran cambio, pero sigue habiendo fuerte resistencia en algunos centros y hay mujeres que siguen sintiendo que se las trata mal en sus partos, y sobre todo si hay una cesárea innecesaria, o si su hijo ha fallecido. No me sirve de consuelo el cambio de protocolos, pero si de esperanza para el futuro.

¿Existe la Violencia Obstétrica?

Os dejo, para ilustrar este tema, el vídeo del corto que Itziar Bollaín hizo para denunciar esta forma de trato o maltrato que siguen las mujeres sufriendo en sus partos. Ya lo habíamos visto en Bebés y más, pero creo que merece la pena recordarlo.

Así, desde mi vivencia, desde las vuestras, desde la legislación de algunos países que ya contemplan este término como lo es Argentina, desde los cambios actuales en el modelo de atención, os pregunto ¿consideráis que existe la violencia obstétrica y que es una forma de violencia contra la mujer?

Más información | El Parto es Nuestro

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